Carles Puigdemont con traje oscuro hablando en un podio con micrófonos.
POLÍTICA

El último revés judicial confirma el fracaso estratégico de Carles Puigdemont

Siete años después, la estrategia del 'exilio' solo ha conducido al declive de su proyecto

El frente internacional fue desde el primer momento la gran baza del proyecto procesista en su ilusorio avance hacia la independencia. Una vez certificado su fracaso, Puigdemont emprendió en el “exilio” la estrategia judicial con el fin de derrotar a España en las instituciones europeas. Esto, que de vez en cuando ha dado algún rédito al grupo de Waterloo, ha acabado siendo un auténtico fracaso.

Las últimas derrotas judiciales ya habían dejado muy tocado a Carles Puigdemont, cuyo crédito empezó a agotarse incluso entre los suyos. Aún resuenan las palabras de Clara Ponsatí el 5 de julio de 2023, cuando la justicia europea les retiró la inmunidad parlamentaria. 

Montaje con un primer plano de Clara Ponsatí y Carles Puigdemont

“La especulación recurrente de que las sentencias europeas llevarían al regreso del presidente Puigdemont, no ha abierto el camino hacia la victoria”, dijo en aquella ocasión. Y añadió que “este constante escurrir el bulto se tiene que acabar, los catalanes nos merecemos otra política”.

Desde entonces han pasado muchas cosas, entre otras el acuerdo de investidura de Junts con el PSOE, la derrota de Puigdemont en las catalanas y el regreso-farsa del expresident con otra fuga incluida. Todo ello no ha hecho más que acelerar el proceso de desafección del independentismo hacia la figura de Puigdemont. Algo que se ha reflejado en el ciclo electoral negativo del último año, y que ha obligado al líder supremo a dar un viraje a su partido para frenar la sangría de Aliança Catalana.

Un punto de inflexión

Pero la última derrota judicial ha dejado muy tocado a Carles Puigdemont y a su proyecto. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha desestimado el recurso interpuesto por él y Toni Comín contra el entonces presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, por haberles denegado el acta de eurodiputados. La decisión judicial da la razón a Tajani y pone en duda la legitimidad de los dos mandatarios estos últimos años. 

No es el primer revés que se lleva Puigdemont, pero esta vez ha resultado especialmente doloroso. Comín dice que seguirán luchando, pero la sensación que trasladaba el viernes la cúpula de Junts era de especial sensación de derrota. Creen que la decisión confirma el final de etapa que hace un año anunció Clara Ponsatí, y consideran agotada la estrategia del "exilio" que pretendía devolver a Puigdemont a casa en loor de multitudes.

La situación es aún más delicada por el momento en el que se produce, a pocas semanas para el congreso que debe elegir la presidencia de Junts. Hay pocas dudas de que Carles Puigdemont será el elegido, pero el congreso servirá también para constatar el respaldo interno al expresident. Y aquí es donde pueden haber sorpresas, porque sectores cada vez más amplios del partido consideran que ha llegado el momento de dar un giro estratégico.

Recuperar el centro

Es evidente que hay un agotamiento entre la base independentista hacia el victimismo de Puigdemont con las sentencias judiciales. Una parte importante del movimiento siente que aquella batalla que Puigdemont situó en su momento como primordial ya no es la suya. Máxime cuando hace solo unas semanas Salvador Illa fue investido por una amplia mayoría del Parlament y se dispone a gobernar cómodamente los próximos años.

Dos hombres con gafas, uno con el puño levantado y el otro con expresión seria, sobre un fondo azul.

Muchos sienten que Salvador Illa está construyendo un gran espacio de centro que le permitirá gobernar durante muchos años, mientras Puigdemont sigue enrocado con las batallitas judiciales en Europa. Ante esto, amplios sectores proponen recuperar el centro y abandonar las veleidades de los últimos años. El último revés judicial da la razón a esos sectores y deja a Puigdemont un poco más aislado y más tocado.

Otra cosa que preocupa en el entorno del expresident es que una cosa es liderar el partido y otra es liderar el independentismo. Porque la eventual victoria de Puigdemont en el congreso de octubre y de Junqueras en el de noviembre no cambiará la sensación instalada en el independentismo de que ha llegado el momento de renovar liderazgos. En ese sentido, el TJUE no ha hecho más que confirmar lo que hace tiempo se viene masticando, y es que Puigdemont es cada vez más un proyecto agotado.

➡️ Política

Más noticias: