
El último delirio woke en Cataluña:denuncian mensajes de odio contra una giganta queer
Desde la Navidad hasta los gegants: el wokismo intenta capitalizar las tradiciones ya existentes
En Cataluña, la cultura ‘woke’ sigue avanzando al intentar resignificar las tradiciones populares. Un nuevo ejemplo es la presentación de La Perla del Llobregat, una de las primeras gigantas queer de Cataluña. Creada en Sant Andreu de la Barca, esta figura busca fusionar la cultura LGTBI con la tradición catalana de los gigantes. Sin embargo, no ha estado exenta de polémica.
La giganta, obra del artista Joako Palomar y diseñada con la colaboración de la Agrupación de Joves del municipio, será presentada el 28 de junio durante las celebraciones del Orgullo. Su nombre hace referencia al campanario de la iglesia de Sant Andreu de la Barca, conocido como La Perla del Llobregat. Además, lleva tatuajes que rinden homenaje a la cultura local y catalana, como el escudo de la ciudad y la figura del gegant Andreu:
Aunque la propuesta fue recibida con entusiasmo, pronto surgieron comentarios de "odio" en redes sociales. Los ataques fueron considerados "conspiranoicos" por los organizadores. De hecho, decidieron crear una canción con los peores insultos recibidos. La canción está disponible en las redes sociales de la Agrupa. “Nos da igual lo que digan. Lo que queremos es que la gente disfrute del Orgullo y de la giganta”, comentó Palomar en una entrevista con el medio Línia.

Capitalizar la tradición
Este episodio refleja una tendencia creciente en Cataluña: resignificar tradiciones bajo el prisma de la cultura ‘woke’. El anterior Govern de ERC, por ejemplo, intentó modificar la Navidad con celebraciones como las “Reinas Magas” o los “Calendarios de adviento feministas”. Estos intentos de reconfiguración, en lugar de crear nuevas tradiciones, parecen diluir las existentes.
En este contexto, las fiestas populares catalanas se han convertido en un campo de batalla ideológico. Otro ejemplo, en este caso del año pasado, fue el diseñó de una pareja de gigantes no heterosexuales y no normativos. Según su autor, los gigantes tradicionales refuerzan roles de género patriarcales y deben ser cuestionados.
En cualquier caso, esta clase de actividades constituyen un reducto social minoritario, y más en estos momentos, cuando el identitarismo político gana terreno. Paralelo a esto, la degradación material de las condiciones de vida ya no permite a la izquierda limitarse a esta clase de guerras simbólicas. La prueba está en que las clases populares y trabajadoras ya no votan a partidos progresistas de orientación woke.
Más noticias: