Un hombre de traje habla en un podio con banderas catalanas ondeando a su alrededor y un edificio de ladrillo al fondo.
POLÍTICA

El lío de la amnistía evidencia el fiasco 'histórico' de Puigdemont con el PSOE

El Constitucional ha dado luz verde pero el Supremo mantiene la orden de detención del expresident

Tras fraguar el pacto de investidura con el PSOE, en noviembre de 2023, Carles Puigdemont proclamó que estábamos ante un “acuerdo histórico”. En su arcadia feliz, el acuerdo llevaría a la amnistía, su regreso a Cataluña y la reactivación del Procés hasta culminar en un referéndum de autodeterminación. De momento, Junts no ha conseguido materializar ninguna de sus grandes exigencias. 

Santos Cerdán y Carles Puigdemont, reunidos en Bruselas, sentados en un sofá

La amnistía refleja a la perfección que lo que iba a ser un acuerdo histórico ha acabado siendo un fiasco histórico. Han pasado casi dos años de la investidura de Pedro Sánchez y uno de la aprobación de la ley. A estas alturas, la amnistía no solo sigue sin aplicarse sino que tiene pinta que la cosa va para largo.

En las últimas horas, Puigdemont ha recibido otro jarro de agua fría al mantener el juez Llarena la orden de detención sobre él. El Tribunal Constitucional ha dado luz verde a la ley de amnistía. Pero el juez del Tribunal Supremo sigue sosteniendo que la malversación no es amnistiable, y por lo tanto no se siente apelado por la resolución del TC.

¿Ingenuidad o estrategia?

Junts carga ahora las tintas contra el sistema judicial español y las cloacas del Estado. Pero los sectores desencantados con el procesismo y sus líderes repiten al unísono que ya se veía venir. La pregunta que se hacen muchos ahora es por qué Puigdemont suspendió la declaración de independencia y se fue al exilio para acabar confiando su suerte al PSOE.

¿Simple ingenuidad o un engaño más? Esto es lo que muchos se preguntan ahora. Si Puigdemont confió realmente en que lo de Pedro Sánchez podía salir bien, o sabiendo que saldría mal lo utilizó como pretexto para ganar influencia y poder en Madrid.

No se puede decir que Puigdemont haya tenido éxito con el catalán en Europa y la amnistía. Pero tampoco se puede negar que haya utilizado su papel de socio estratégico del Gobierno de Pedro Sánchez para ampliar su influencia en Madrid. Gracias al “acuerdo histórico” consiguió grupo propio en el Congreso (lo cual le reportó beneficios económicos y privilegios políticos) y ha colonizado los consejos de administración de las empresas públicas del Estado.

La cuestión de ahora en adelante será ver si le ha valido la pena. Es decir, si el coste político que tenga para Puigdemont su aventura política con el PSOE compensa los privilegios obtenidos gracias a ese pacto.

El Procés y Puigdemont, en evidencia

Pese al triunfalismo del procesismo estas últimas horas, la resolución del TC deja en el aire el futuro de Puigdemont. Como avanzó Vozpópuli, el Constitucional no se ha pronunciado expresamente sobre la malversación ya que este punto no fue impugnado por los contrarios a la amnistía. Esto deja la cuestión abierta, y el futuro de los líderes procesistas en el aire.

Montaje de Carles Puigdemont y el Tribunal Supremo

La defensa de Puigdemont presentará ahora un recurso de amparo ante el Tribunal de Garantías, pero este no empezará a deliberar hasta octubre. Además, esta corte está pendiente de la respuesta del tribunal europeo sobre el encaje legal de la amnistía.

Por lo tanto, queda aún un largo camino hasta que Carles Puigdemont pueda volver a Cataluña. Cuando lo haga, puede que su capital político está definitivamente agotado debido en parte al fiasco de su estrategia de ir con el PSOE. 

Esto demuestra varias cosas, como que lo del Procés nunca fue en serio y siempre fue una estrategia de supervivencia política de la vieja élite nacionalista catalana. También que lo de la amnistía siempre ha sido una cuestión personal con el objetivo de salvar a Carles Puigdemont. Por eso cada día que pasa sin resolverse es una evidencia más del fiasco de su estrategia.

➡️ Política

Más noticias: