TV3 insiste en blanquear organizaciones radicales: ahora, la OJS

TV3 sigue generando controversia por dar visibilidad a organizaciones radicales de izquierdas. Aunque suelen ser minoritarias y formadas principalmente por jóvenes y estudiantes, la cadena pública catalana les brinda espacio. Esto les permite difundir discursos y acciones extremas fuera del ámbito político tradicional.

Tras años dando protagonismo a grupos como Arran o el SPEC, el foco ahora está en la Organización Juvenil Socialista (OJS). Este grupo, con posturas claramente radicales, ha aparecido en TV3 a pesar de sus acciones controvertidas. Recientemente, por ejemplo, la OJS difundió un vídeo de vandalismo contra concesionarios de Tesla en Cataluña. Acompañó el vídeo con un mensaje en catalán que acusaba a Elon Musk de ser un ejemplo de la burguesía explotadora que empobrece y lleva a la guerra:

Del mismo modo, TV3 ha dado voz a la OJS para denunciar supuestas “represiones” y “recortes de derechos políticos” en Ripoll. Y es que, como es sabido, Orriols y su partido son blanco constante de críticas por parte de la izquierda y medios afines. Sin embargo, la realidad es que AC simplemente ganó las elecciones:

Solo una cara de la historia

En este sentido, TV3 da voz a los que denuncian "represión ideológica", pero no a las autoridades municipales. Así mismo, la cadena pública tampoco ha informado del componente claramente minoritario y anecdótico de las manifestaciones que la izquierda ha organizado en Ripoll. De hecho, los organizadores de estas manifestaciones publicaron fotos tomadas de muy cerca para que pareciera que había más gente:

Esta clase de situaciones no hacen más que agrandar la brecha que hay entre muchos ciudadanos y el establishemt, concretamente el establishment mediático. De hecho, si algo caracteriza a formaciones políticas como Aliança Catalana es que organizan su estrategia al margen de los medios de comunicación tradicional. Esto solo conduce a que los medios subvencionados se conviertan en una cámara de eco de ellos mismos y de los intereses que los financian.

La prueba está en la utilización de grupos minoritarios para extender la confrontación política al ámbito de la comunicación. Hace años, durante la década procesista, esto estaba al servicio de la causa independentista. Ahora, en cambio, está al servicio del orden político vigente, que es el que tiene la llave del dinero.