
3 'menas' acogidos por la DGAIA desatan el caos en un pequeño pueblo de Cataluña
Los vecinos recogen firmas contra la inseguridad tras varios robos y agresiones
La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) vuelve a estar en el foco de la polémica. Parece como si el escándalo de prostitución infantil destapado esta semana haya servido como catalizador. Ahora están saliendo todas las irregularidades que demuestran un fallo estructural del sistema de protección de jóvenes.

La Consejería de Derechos Sociales ha tenido que intervenir el centro de menores tutelados de Dosrius (Barcelona) por los problemas que causa en el entorno. Los vecinos denuncian continuos robos y agresiones cometidos por tres menores de origen magrebí residentes en el centro.
Los vecinos llevan días recogiendo firmas para acabar con la inseguridad destada por estos jóvenes con total impunidad. El detonante ha sido un robo a punto de navaja, a plena luz del día, a tres niños de entre 11 y 13 años. Ocurrió el pasado 30 de abril, y durante el atraco realizaron tocamientos a una de las víctimas.
Los vecinos aseguran que estos tres jóvenes tutelados por la DGAIA tienen una actitud agresiva e intimidatoria. Su presencia ha causado una gran preocupación entre los mayores y angustia entre los más jóvenes que tienen miedo de salir a la calle.
Centro gestionado por la DGAIA
El escándalo de la DGAIA es un caso complejo que incluye temas de corrupción, prostitución infantil y jóvenes tutelados que causan problemas. Esto último es lo que está pasando en Dosrius, término de 6.000 habitantes cerca de Mataró.
El centro en cuestión es el albergue Mas Silvestre, que gestiona la DGAIA desde 2017 tras un acuerdo con el alcalde de ERC. Este lugar funciona como centro de acogida en primera instancia de menores inmigrantes no acompañados. Las autoridades locales reconocen que el centro es un foco de problemas constante.
Las quejas de los vecinos han obligado a la Consejería de Derechos Sociales a trasladar a los menores problemáticos a otros centros. Desde el departamento informan que ahora mismo no hay una situación problemática en el albergue de Dosrius. También han anunciado que reducirán las plazas y reforzarán la plantilla de monitores para tener a los jóvenes mejor controlados.
En el ojo del huracán
La DGAIA es un organismo público que se encarga de la tutela de los jóvenes inmigrantes o en situación de vulnerabilidad. Pero no gestiona directamente el servicio sino que subcontrata el servicio a entidades del tercer sector. La Sindicatura de Cuentas alertó de graves irregularidades en la concesión de estos servicios, entre 2016 y 2020.
La DGAIA, bajo el control de ERC, adjudicó contratos de forma irregular a empresas copadas por políticos de este mismo partido. Además se concedieron ayudas a jóvenes que no cumplían los requisitos. También se ha evidenciado una falta de control sobre estos jóvenes, como lo demuestra el escándalo de la red de prostitución infantil.
El caso de estos tres menas demuestra también los problemas que generan en el entorno algunos de estos centros. Problemas que llevan tiempo siendo denunciados. Pero que habían sido ocultados hasta ahora, bajo el pretexto de no alimentar el racismo y la ultraderecha.
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