El tour de Irene Montero en TV3 mientras sigue el veto a Sílvia Orriols

Esta semana Irene Montero ha sido una de las invitadas de lujo de TV3. En pocas horas pasó por los platós de Col·lapso y Els Matins, dos espacios informativos y de entretenimiento de la televisión pública catalana. La líder de Podemos tuvo todos los altavoces para lanzar su discurso con la excusa de la presentación de su libro.

Entre otras cosas, ha reivindicado su labor al frente del Ministerio de Igualdad y ha defendido la estrategia de Podemos en el contexto actual. Ha respondido a preguntas como "a qué edad aprendió Irene Montero a incomodar, e incomodar para avanzar". Una alfombra roja y una sesión de baño y masaje para la eurodiputada en horario de máxima audiencia.

Una vez más, TV3 ha sido muy criticada por su favoritismo hacia figuras políticas de la izquierda. La televisión pública catalana no solo cuesta cada vez más dinero de todos los catalanes. Sino que también muestra de forma desacomplejada un evidente sesgo ideológico.

Sigue el veto a Sílvia Orriols

Este sesgo ideológico compromete uno de los principios básicos de un servicio público como es TV3, que es el del pluralismo. En algunos casos esto se produce de forma flagrante. Es el caso de Sílvia Orriols, líder de una de las formaciones con representación en el Parlament.

El ente público de radio difusión sigue manteniendo el veto a la líder de Aliança Catalana, tanto en TV3 como en Cataluña Ràdio. En cambio ofrece un generoso espacio televisivo a la líder de una formación que actualmente no tiene representación en Cataluña. Los votantes de Aliança Catalana llevan tiempo denunciando el cordón sanitario mediático especialmente en los medios públicos.

Podemos tiene cinco diputados en el Congreso, y su formación en Cataluña está luchando por sobrevivir desde que rompió con los Comuns. Mientras, Aliança Catalana consiguió irrumpir en el Parlament con dos diputados y según las encuestas es el partido que más crece.

Muchos catalanes están hartos

Muchos catalanes están hartos de una televisión que solo da voz a unos cuantos y muestra siempre opiniones tendenciosas. El gobierno de ERC aumentó generosamente el presupuesto para la televisión catalana a la vez que aumentaba el sectarismo ideológico de la misma. El nuevo gobierno del PSC planea mantener el presupuesto para la televisión pública, sin cambios en su orientación.