Toni Comín intentó pagar sus vacaciones con dinero del Consell de la República
Más pruebas sobre las supuestas irregularidades del vicepresidente de la entidad
Toni Comín, más acorralado que nunca. El escándalo destapado por los gestores de la empresa que daba cobertura jurídica y económica al Consell de la República no solo no mengua sino que va a más.
Tras las acusaciones al vicepresidente Comín de utilizar fondos del organismo para gastos personales, ahora aparecen nuevas pruebas que demuestran su afán lucrativo con una vida a todo tren.
La información la ha revelado nuevamente El Món, el digital que destapó el escándalo. La documentación aportada por la empresa Catglobal al Consell de la República incluye facturas y recibos que demuestran que Toni Comín quería pagar sus vacaciones con el dinero del Consell.
Aparece incluso un correo electrónico del gerente de la entidad, Sergi Miquel, negándose a las peticiones del vicepresidente.
Todo esto deja más tocado a Toni Comín, que lleva tiempo en el foco por las acusaciones de autoritarismo y de corrupción por parte de mimebros del Consell. La información también erosiona la ya muy deteriorada credibilidad de este organismo, ideado por Puigdemont como una suerte de gobierno paralelo en el exilio. Y compromete, en definitiva, la estrategia de Puigdemont de querer rescatar al Consell para reunificar el independentismo bajo su mando en el contexto político actual.
Casi 5.000 euros para las vacaciones con su hija
Según la información revelada por el periodista Quico Sallés, Toni Comín incluyó facturas de vuelo, un coche de alquiler y una casa turística para pasar unas vacaciones con su hija en marzo de 2023. Las facturas ascendían hasta los 4.786 euros, y fueron remitidas a CatGlobal que ahora las presenta como prueba de las irregularidades denunciadas.
El gerente del Consell de la República reaccionó con un contundente correo electrónico en el que se negaba a acceder a los deseos de Comín.
Sergi Miquel advertía que las finanzas del Consell se encontraban “en una situación muy delicada”, y que pese a haber saneado una parte con mucho esfuerzo, “aún no hemos saldado las deudas”. Como “responsable legal, y últimamente parece que también ético”, menciona los gastos “que no podemos asumir y que por lo tanto he dado instrucciones que no se paguen”.
Estos incluyen 227 euros de vuelos de avión para Toni Comín y su hija Laia, 2.572 euros de estancia para los dos en una casa de vacaciones durante 17 noches, y 1.997 euros para un coche de alquiler durante ese período.
Autoritarismo y manga ancha
Sergi Miquel concluye que estos gastos son inaceptables “desde un punto de vista ético” y advierte de que además podrían acarrear querellas y sanciones.
La información habla también de una relación cada vez más tensa entre Toni Comín y Sergi Miquel, hasta que este acabó fulminantemente despedido. Miquel acordó dejar el cargo, harto de la forma de Comín de relacionarse con los trabajadores y sus negativas a ajustarse a las exigencias económicas del Consell. Es decir, más leña al fuego de las acusaciones de autoritarismo y de manga ancha de Toni Comín en la entidad.
La pelota está ahora en el tejado del Consell, que asegura haber abierto una investigación para esclarecer responsabilidades pero que de momento guarda silencio.
El escándalo coincide con el declive del Consell de la República, que ha sufrido una avalancha de bajas y cuyo órgano legislativo fue suprimido por Comín y Puigdemont para evitar las críticas internas durante las negociaciones con el PSOE. También coincide con los malos resultados de la candidatura de Toni Comín en las recientes elecciones europeas.
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