Toni Albà, de bufón del Procés a la papelera de la historia
Ya pocos se acuerdan de un personaje agotado que un día fue héroe de la causa independentista
El actor y humorista Toni Albà se convirtió durante los años duros del Procés en el bufón mayor del reino. Famosos eran sus desfiles ataviado con el disfraz de Felipe V y jaleado por la turba, así como sus imitaciones del rey Juan Carlos I en TV3. Eran años de euforia y desenfreno donde todo valía, desde boicotear a compañeros hasta insultar a adversarios políticos.
Llamó “puta” a Inés Arrimadas y “francocainómano” a Mariano Rajoy, trató a la inmigración española en Cataluña como “invasores” y llamó a detener a los fiscales españoles. Tanto se pasó de la raya Toni, que acabó imputado por injurias. Como tenía que ser grave la cosa, que incluso TV3 prescindió de sus servicios.
Monoleg Ser o no ser. Toni Albà. Assemblea Nacional Catalana
felip V i Toni Albà . Pregó Alternatiu Independentista Festes de la Mercè 2016
Aquello aumentó su popularidad entre los selectos (y minoritarios) círculos del independentismo más radical e hispanofóbico. Pero la estrella de Toni Albà se fue apagando a la misma velocidad que lo hizo el procés. Estos días ha aparecido en una foto junto a Laura Borràs, en una de las contadas apariciones de un personaje relegado a la papelera de la historia.
De héroe procesista a trasto abandonado
Una de las últimas apariciones de Toni Albà fue en el FAQS de TV3, aquel programa extinto que servía de escaparate de la fauna independentista más variopinta. Tras ser relegado al ostracismo, intentó renacer al frente de un programa en 8TV que no se miraba nadie. Cuando se dio cuenta que sin el calor del Procés sus bufonadas ya no tenían gracia, se apartó poco a poco de la luz de los focos.
Como a muchos otros bufones indepes (¿se acuerdan de Joan Bona Nit?), el Procés le pasó por encima hasta quedar como un trasto abandonado más. Ahora se dedica a defender desde las redes sociales con más o menos suerte las causas perdidas del independentismo radical. Quien un día formó parte de la ANC, ahora se retrata con Laura Borràs y le hace el juego a los residuos de Waterloo.
Toni Albà sigue regalando su humor desde los escenarios de teatro mientras se dedica al negocio de la restauración. El cómico regenta una marisquería en Vilanova i la Geltrú, que en 2022 registró pérdidas de unos cuantos miles de euros. No se descarta que su negocio acabe como el Procés, a la deriva y naufragando.
De boicotear a los demás a llorar porque lo boicoteaban a él
No solo Inés Arrimadas, la lista de agraviados por los insultos de Toni Albà es interminable e incluye a la jueza Carmen Lamela y a los políticos Manuel Valls, Carlos Carrizosa y Jordi Cañas. Además pidió el boicot para el escritor Javier Pérez Andújar y la actriz Carmen Machi. Luego denunció ante los Mossos la campaña de desprestigio de su restaurante por parte de usuarios de Twitter.
Llama la atención la piel fina de un personaje que durante años se dedicó a insultar y a boicotear a diestro y siniestro a los que no pensaban como él. Era la sensación de impunidad y de superioridad moral de aquellos activistas metidos en política. Con el tiempo han quedado abandonados y olvidados incluso por los suyos.
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