Todo los partidos catalanes ya hablan de Aliança Catalana
Las formaciones adaptan sus estrategias ante la irrupción de los identitarios, pasando del silencio a la ofensiva
Aliança Catalana es una de las formaciones llamadas a abrir un nuevo espacio en el fragmentado escenario de las próximas elecciones catalanas, el 12 de mayo. El partido que lidera la alcaldesa de Ripoll, Aliança Catalana, ha conseguido en pocos meses romper el tabú de la inmigración y marcar el debate político en Cataluña. Esto ha obligado al resto de formaciones a adaptar su discurso y su estrategia, para intentar neutralizar la amenaza que supone para sus aspiraciones electorales.
ERC y Junts son las víctimas propiciatorias de la irrupción de Aliança Catalana en los comicios del 12-M. El desembarco de militantes y dirigentes de las dos formaciones al partido de Sílvia Orriols les ha obligado a pasar del silencio a la ofensiva. Una vez demostrado que el cordón sanitario y mediático no es útil para frenarles, republicanos y postconvergentes han optado por enfrentarse directamente a su propuesta ideológica.
Esquerra lleva semanas haciendo campaña contra los identitarios desde las redes sociales y sus terminales mediáticas. En cambio, Junts ha adaptado su estrategia en inmigración y seguridad para competir en el mismo terreno que ellos. Parece que tanto unos como otros, que hasta ahora intentaban no hablar de Aliança Catalana, no tendrán más remedio que hacerlo en la competida campaña electoral que viene por delante.
El PSC y Vox también hablan de Aliança
Quien también ha hablado de Aliança Catalana en los últimos días ha sido Vox, en quienes algunos ven muchas similitudes programáticas. Ignacio Garriga trató de marcar distancias asegurando que su partido ilegalizaría a la formación de Sílvia Orriols por su posicionamiento independentista. Es llamativo también que Vox esté utilizando para su campaña el mismo eslógan que Aliança Catalana, “Salvar Cataluña”.
Esta misma semana, el PSC ha roto su tabú sobre la formación independentista de Sílvia Orriols. La recién nombrada número dos del partido, Lluïsa Moret, ha dicho que “solo descartamos a la ultraderecha” en los pactos postelectorales, en referencia a Vox y a Aliança Catalana. Los socialistas catalanes insisten en no ser partidarios de los cordones sanitarios, pero ponen como excepción al partido de Orriols.
En el PSC creen que Aliança Catalana no es una amenaza para ellos, e incluso puede ser una ventaja si dividen el voto del independentismo. El propio Salvador Illa dio muestras recientemente de un ligero cambio en su posicionamiento con la inmigración ilegal. Su intención es combatir el discurso de la “extrema derecha”, pero diferenciarse también del modelo buenista que defiende por ejemplo ERC.
Antiprocesismo e inmigración, las bazas de Orriols
Aliança Catalana aún no ha oficializado su candidatura, pero ha dejado entrever sus intenciones con Sílvia Orriols como cabeza de lista por Gerona. Sus bazas electorales serán la independencia unilateral de Cataluña, el control migratorio, la seguridad y la recuperación económica basada en la reindustrialización. Su discurso se basa en “salvar Cataluña” de los partidos procesistas que han llevado el país a la destrucción.
De presentarse a las elecciones, la formación recogería el voto independentista indignado y frustrado por la deriva del Procés. El fracaso de la lista cívica de la ANC dejá huérfanos a miles de votantes que ahora podrían recalar en Aliança Catalana. Esto encarniza aún más la lucha entre Junts, Esquerra y Aliança por el voto independentista.
Aliança Catalana lo tiene fácil para retratar el fracaso del modelo migratorio fomentado durante años por ERC, Junts y el PSC. La estigmatización que pudo funcionar durante un tiempo cada vez tiene menos recorrido, y muchos ya no temen mostrar su apoyo a la formación sin complejos. Todo esto beneficia a sus expectativas electorales, pero serán las urnas quienes dicten sentencia el próximo 12 de mayo.
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