Montaje con un primer plano de Laura Borràs riendo y de fondo un plano medio de Sílvia Orriols sonriendo
POLÍTICA

La tentación identitaria de Junts

El partido encabeza la reacción a la pelea multitudinaria en Manresa

La irrupción de Aliança Catalana ha trastocado por completo el panorama político catalán. Históricamente, en Cataluña se ha asociado la extrema derecha y las opciones identitarias al campo españolista. Pero el repentino auge del partido independentista y antiinmigración ha roto definitivamente el mito en torno a la pureza ideológica del catalanismo.

El fenómeno Aliança Catalana ha abierto un cisma dentro del procesismo. ERC y la CUP se han puesto al frente del combate contra el partido de Sílvia Orriols, planteando incluso un cordón sanitario en el ayuntamiento de Ripoll. En el otro lado está el bloque de los que, sin pertenecer a los partidos identitarios, simpatizan con su discurso.

En este espacio encontramos desde el independentismo frustrado hasta los sectores más radicales de Junts. El partido de Carles Puigdemont ha sido mucho más ambiguo que ERC en su relación con el nuevo independentismo identitario. Sin ir más lejos, Junts encabeza la manifestación contra la inseguridad este jueves en Manresa.

Polémica en Manresa

Una pelea multitudinaria entre jóvenes marroquíes y dominicanos en Manresa ha desatado una batalla política en la ciudad. Este jueves hay convocada una manifestación para pedir mano dura contra la inseguridad. Partidos y entidades de la izquierda se oponen a utilizar la pelea para extender el discurso antiinmigración.

El Front Nacional de Catalunya, partido independentista radical y antiinmigración con dos concejales en Manresa, secunda la mani. También lo hará Vox, que cuenta con un representante en el pleno municipal. Pero quien en realidad ha promovido la movilización ha sido, sorprendentemente, Junts per Catalunya.

Ha sido Ramon Bacardit, líder de Junts y jefe de la oposición en Manresa, quien organizó una reunión con entidades vecinales y comerciantes para valorar la situación. De allí nació la convocatoria de la manifestación “Manresa dice basta”. Luego se han adherido más entidades, y partidos como FNC y Vox. 

Dos discursos muy parecidos

Bacardit insiste en que Junts no convocó la manifestación, pero los colectivos antifascistas le acusan de haber caldeado el ambiente contra los inmigrantes. No son pocos los que ven en la actitud de Junts un resentimiento ante el gobierno actual de ERC tras perder la alcaldía. Creen que desde entonces hay una clara intención de Bacardit de extender la sensación de que Manresa es una ciudad insegura.

Montaje de fotos de una barricada en Molins de Rei y una pelea en las calles de Manresa

El de Junts alertó tras los incidentes que “hace años que se está incubando esta situación en Manresa”. Contra el discurso de la izquierda, que afirma que son hechos aislados, Bacardit asegura que estos hechos “no son puntuales”. Además, criticó “el buenismo y la demagogia” ante un problema que considera “urgente”.

El Front Nacional de Catalunya, por su lado, lamentó que “la situación se arrastra desde hace años y esto es solo la gota que colma el vaso”. Igual que Bacardit, critica a los “sectores que intentan criminalizar a los manresanos preocupados legítimamente por la inseguridad”. Poniendo los dos discursos uno al lado del otro, parece evidente que Junts ha asumido el marco mental del FNC.

El dilema de Junts

El cordón sanitario a Sílvia Orriols en Ripoll evidenció la incómoda situación de Junts ante esta cuestión. Un sector defendía el cordón sanitario propuesto por ERC, PSC y la CUP para que Aliança Catalana no gobernara. Pero la presidenta del partido, Laura Borràs, lideró a los partidarios de facilitar la alcaldía a Sílvia Orriols.

Montaje de fotos de primer plano de Carles Puigdemont y Sílvia Orriols, ambos con rostro medio sonriente

Como en el caso de Manresa, detrás de aquella polémica estaban las rencillas habituales de la política municipal. Junts aceptaba sumarse al pacto con la condición de ostentar la alcaldía, y el resto de partidos se oponían. En el caso de Manresa, sin embargo, la cosa ha ido más lejos por el discurso claramente antiinmigración del líder de Junts. 

Es verdad que Puigdemont se ha mostrado siempre en contra de la connivencia contra lo que considera la “extrema derecha”. Pero queda claro que en el panorama actual, Junts está más inclinado al relato de los nuevos partidos identitarios que ERC.

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