La tele de Junts, en concurso de acreedores

Se confirma el hundimiento de 8TV, la tele privada catalana que tomaba partido por Junts de forma descarada. Los jefes de la cadena no han podido remontar el vuelo y la empresa ha entrado en concurso de acreedores. Ahora, los periodistas y opinadores afines a Waterloo tendrán que buscar trabajo.

El canal había apostado por figuras como Eduard Pujol, un antiguo peso pesado de Junts, Pilar Rahola, la vedette del procesismo, y Vicent Sanchís, exdirector de TV3. El objetivo de la cadena era llegar al 4% de audiencia. Nunca ha pasado del 1%.  

Comunicado del grupo

Ante la debacle, el director Nicola Pedrazzoli y su socio Borja García Nieto se dieron un margen de tres meses para reflotar el proyecto. Pero la insolvencia de 8TV y el resto de frecuencias han condenado a la bancarrota al grupo empresarial. Sus responsables han emitido un comunicado explicando la situación.

Afirman que “la falta de ingresos recurrentes” coincidió con “la caída sostenible e inevitable” del consumo de televisión en general. Según explican, esto ha llevado a un “cambio de las inversiones publicitarias de las grandes agencias y marcas”, con “un descenso de más de 400 millones de euros en los últimos años”.  

Publicidad encubierta

Pero además se quejan del monopolio de la medición de audiencias, que “perjudican a las televisiones con menos audiencia”. El canal ya había hecho recortes, prescindiendo de presentadores y abaratando sus productos. Y creó nuevos formatos para cazar espectadores a la desesperada, como un First Dates con concursantes denudos.

Nada ha funcionado, y además la cadena se encuentra en pleno conflicto con el Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC) por publicidad encubierta. Acusan a 8TV de promocionar una marca durante una emisión sin avisar de que se trataba de un espacio comercial. El canal se enfrenta ahora a una multa de, como mínimo, 12.000 euros.

8TV y los partidos

8TV quiso convertirse en el nuevo canal del procesismo. Según Pedrazzoli, se trata de un proyecto “sólido” y “austero” lleno de “profesionales”, que sin embargo nunca ha tenido la recepción que esperaba. “Ningún medio de comunicación privado en Cataluña es ni será viable”, ha advertido.

El canal buscó a la desesperada arrimarse a los partidos para obtener subvenciones, pero no lo consiguió. Incluso intentó convertirse en la tele de Trias en Barcelona, pero Collboni frustró sus planes. Ni Junts se ha creído nunca el proyecto, ni ERC le ha dado bola.