
Taller de 'nuevas masculinidades' para padres, la deriva en la escuela catalana
'Se preocupan más de lavar el cerebro a los adultos que de educar a los hijos', lamenta un progenitor
No contentos con haber hundido la educación en Cataluña, la izquierda sigue intentando implantar sus delirantes obsesiones en la comunidad educativa. Esto es lo que ha compartido con E-Notícies un progenitor del Instituto-Escuela Els 30 Passos, ubicado en La Sagrera, Barcelona.
Según esta fuente, el centro ha creado un grupo de whatsapp llamado “Nuevas masculinidades”. Sus integrantes hacen servir el grupo de whatsapp de clase para difundir sus mensajes y cuestionar el rol de los hombres con sus hijos.

Esta persona lamenta que la izquierda woke se haya infiltrado en estas asociaciones de familias de alumnos para extender su influencia. “No es solo que la educación empeore, sino que expanden el totalitarismo de la nueva ideología a todas horas”, apunta. En este sentido, lamenta que “estos centros están más interesados en lavar el cerebro a los adultos que en la educación de los hijos”.
Recientemente se conocieron los resultados de las pruebas de competencias. Los alumnos de Primaria y los de ESO no alcanzan los conocimientos básicos en inglés, matemáticas y tecnología. Son los peores resultados obtenidos desde que se hacen estas pruebas (2009).
Este fracaso se debe entre otras cosas a la implantación de innovadoras metodologías pedagógicas introducidas por lobbys progres. Como la Fundación Bofill, que atribuye el fracaso escolar a las desigualdades económicas mientras propone una educación basada en la experiencia del alumno y la ausencia de autoridad.
Mensajes delirantes y presión a los disidentes
Este testimonio desvela que la influencia woke va más allá de las aulas y se traslada a toda la comunidad educativa. También a las familias, a las que se bombardea con ideas como la masculinidad tóxica. De hecho, asegura que su familia ha sido ninguneada “por no transigir con la filosofía de no poner límites y no hacer deberes”.
Este grupo hace también encuentros donde se trabajan cosas como ‘autorrealización’, ‘pareja’, ‘necesidades básicas’ y ‘crianza’.
Todo surgió a raíz de un altercado provocado por un grupo de ultras de fútbol. “Esto nos toca de lleno y nos interpela como personas masculinas, y en muchos casos como padres de futuras masculinidades”, dice el mensaje del grupo.
Se hacen preguntas como “¿qué tipo de masculinidad me identifica, qué tipo de masculinidad me gustaría para mi hijo o para los compañeros de mi hija?”. De ahí surgió el grupo de padres que bombardea con mensajes el whatsapp de la escuela y celebra encuentros periódicos.
Ni esfuerzo, ni conocimientos
Llama también la atención la descripción del propio centro, que propone un modelo basado en "el acompañamiento respetuoso para cada infante". Y "potenciar sus aprendizajes con sentido haciendo que cada infante encuentro su lugar en la escuela". Porpone así mismo fomentar "una actitud abierta, crítica y comprometida con la comunidad".

En ninguna parte aparece el esfuerzo, los conocimientos y la disciplina como base de la educación. Lo peor es que no es un caso aislado, sino un modelo que se ha ido extendiendo en todo el modelo educativo catalán. Esto ayuda a entender mejor las razones del fracaso escolar.
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