El Supremo pone contra las cuerdas a Puigdemont y le abre una causa por terrorismo

El futuro de Carles Puigdemont y la negociación de la amnistía entran hoy en un terreno aún más incierto. El Tribunal Supremo ha abierto causa al expresident por su implicación en el Tsunami Drmocràtic, órgano que coordinó las acciones de protesta contra la sentencia del Procés en 2019. La sombra del terrorismo compromete la inclusión de Puigdemont a la amnistía, paso necesaria para que Junts siga sosteniendo al Gobierno de Pedro Sánchez.

Tras muchas deliberaciones, finalmente el Tribunal Supremo ha admitido a trámite la petición de Manuel García-Castellón. El juez de instrucción de la Audiencia Nacional había solicitado que el Supremo investigara a Carles Puigdemont por los indicios de su implicación con Tsunami Democràtic. En la causa está también implicado Ruben Wagensberg, al que el juez considera el cerebro de las acciones.

El expresident ha reaccionado como es habitual a través de sus redes sociales, cargando contra la judicatura. Se queja de que "el mismo día que me acusan de haber recibido un Rolex de regalo me impotan por terrorismo". Añade que "el Mátrix judicial español ha adaptado la máxima del mal periodismo, no dejes que la realidad te estropee una buena imputación". 

El Gobierno intentó frenar la intención del Supremo de investigar a Puigdemont, utilizando a la mano derecha del fiscal general del Estado. En contra de la opinión mayoritaria de los fiscales, María Ángeles Sánchez Conde emitió un informe favorable a Puigdemont. Finalmente no ha surtido efecto, y la sala ha decidio por unanimidad abrir causa al expresident. 

Los magistrados ven "necesario y pertinente que sean llamados al procedimiento, a fin de ser oídos como investigados, con todos los derechos y garantías previstas en nuestro ordenamiento jurídico. Diligencia de investigación que no puede realizar el instructor, sino solo esta Sala Segunda por tratarse de aforados".

El Supremo avala la tesis de García-Castellón

El Tribunal Supremo parece tener una línea clara que coincide con la de Manuel García-Castellón, juez instructor de la Audiencia Nacional. El Supremo ve indicios más que suficientes para considerar que Tsunami Democrátic llevó a cabo acciones de carácter terrorismo. El tribunal se acoge a otras sentencias de terrorismo callejero para justificar su decisión y sustentar sus argumentos.

En relación con la toma del aeropuerto de Barcelona-El Prat, el 14 de octubre de 2019, el Supremo ve indicios de delitos por detención ilegal o coacciones. “Se perturbó el servicio de aviación y los servicios de aeropuerto, se impidió el acceso de usuarios y se aisló la torre de control”, dice el autor. Describe "una situación de absoluto caos y violencia en la que Tsunami actuando con perfecta coordinación y llevando sus miembros pasamontañas que cubrían sus rostros, emplearon instrumentos peligrosos y artefactos de similar potencia destructiva a los explosivos".

El Supremo ve en las acciones de protesta indicios de terrorismo callejero, que implica la subversión del orden constitucional y la alteración del orden público. Cita al menos dos apartados del Código Penal en el que encajarían los hechos que se investigan y en el que estaría implicado el expresident. El TS asume sus competencias para investigar a Puigdemont y abre una nueva causa sobre él.

Nervios en Ferraz

El PSOE no dio su brazo a torcer pese a las presiones de Junts para incluir el terrorismo y la traición en la amnistía. De hecho, ese fue el motivo por el cual el partido de Puigdemont votó en contra de la ley de amnistía. Junts puede utilizar ahora la nueva causa abierta para presionar a los socialistas para incluir el terrorismo y la traición.

Pedro Sánchez tiene ahora una difícil elección. Si el PSOE cede a las exigencias de Junts se juega no solo su reputación, ya muy maltrecha, sino también la solidez argumental ante los más que probables recursos en la justicia española y europea. Si no cede abre la puerta a que Puigdemont no sea amnistiado, lo cual compromete seriamente la legislatura.