Primer plano de Yolanda Díaz con cara de preocupación tocandose el pelo
POLÍTICA

Sumar votará en contra de perseguir el proxenetismo

El partido de Yolanda Díaz crea el primer gran desencuentro dentro del gobierno de coalición

Sumar ha anunciado que votará en contra de las intenciones del PSOE de crear una ley que persiga el proxenetismo. De este modo, el partido de Yolanda Díaz escenificará el primer gran desencuentro en la obra del gobierno de coalición.

El socio de Pedro Sánchez en el Consejo de Ministros, pues, muestra su rechazo a una norma, impulsada por los socialistas, que quiere castigar el proxenetismo. En este sentido, si se acabase aprobando la ley, quedarían prohibidos los prostíbulos y sancionar a quién se lucre alquilando habitaciones o pisos a prostitutas. 

El proyecto de ley impulsado por los socialistas también prevé castigar a los clientes de la prostitución con severas multas, independientemente de si hay o no consentimiento entre las partes. Eso sí, según las intenciones del PSOE, la normativa que quieren aprobar no va en la dirección de perseguir a las mujeres que ejerzan la prostitución. 

Sin embargo, para Sumar, la voluntad del PSOE de abolir la prostitución es una política que “criminaliza” a las prostitutas y que se basa en una política "punitivista". Así lo han anunciado la diputada Gala Pin, de los Comuns y del partido de Yolanda Díaz.

La ruptura dentro del Frankenstein 2.0 obligará ahora al PSOE a abrirse a negociar con otras formaciones, especialmente con el Partido Popular. De hecho, esta ya era la intención de los socialistas viendo las dificultades que tendrían para conseguir el apoyo de los partidos más woke del Congreso. Y es que, desde hace tiempo, una parte de la izquierda ha abrazado los postulados de defender la prostitución como un trabajo más. Una posición muy criticada por parte de un sector importante del feminismo.

De hecho, ya hace tiempo que existen fricciones en el feminismo y la izquierda entre el sector abolicionista (liderado por el PSOE y el considerado feminismo clásico o feminismo radical) y regulacionista (encabezado por la izquierda woke institucional de Podemos, Sumar, Esquerra o la CUP). Se trata de la división que ya ha aflorado varias veces en estos espacios políticos en otras cuestiones como la Ley Trans o el posicionamiento respecto a los vientres de alquiler. Ahora, las diferentes visiones vuelven a chocar en el proyecto de ley que quiere impulsar el PSOE para abolir la prostitución en España.

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