Se recrudece la guerra entre Podemos y Sumar
Ione Belarra y Yolanda Díaz se tiran de los pelos por culpa de Marta Lois
Que Sumar no es un partido al uso es bien sabido: en la coalición situada a la izquierda del PSOE coexisten muchos partidos. Tantos como catorce autonómicos y seis nacionales. Entre estos seis últimos está la histórica Izquierda Unida y Podemos. Podemos, que nadie lo olvide a estas alturas, sigue siendo la marca a la izquierda del PSOE que mejores resultados electorales ha obtenido desde 1977. Por eso, Ione Belarra no consiente que Marta Lois le tosa.
Portavocía para Marta Lois
El desgarro ha llegado tras decidir Marta Lois, portavoz parlamentaria de Sumar, dejar a Podemos fuera del reparto de portavocías en el Congreso. Belarra, en entrevista a RNE, no se priva de nada: su camarada Marta, dice Ione, carece de “experiencia parlamentaria” y Yolanda Díaz, cree Belarra, se ha equivocado eligiéndola.
La todavía ministra de Derechos Sociales habla, incluso, de error: “Es una falta de conocimiento de cómo funciona el sistema parlamentario”. Ione, y Podemos y Pablo Iglesias hablan por su boca, cree que no se puede “silenciar a fuerzas políticas estatales, particularmente a Podemos”. Marta Lois procede de Compostela Aperta, confluencia de izquierdas que gobernó en Santiago con Martiño Noriega. Ahora, allí gobierna el PSOE. Haber sido portavoz en un pleno, cree Belarra, no otorga galones suficientes como para pasar a serlo de todo un grupo parlamentario.
¿Corregir?
La ministra desafía a Yolanda Díaz dando por cierto que es cuestión de tiempo que corrija lo que considera un “error grave”. Lanza, además, un aviso a navegantes y advierte que Podemos “no va a dejar de hacer política”. ¿Advierte de que los votos de los diputados que Podemos tiene en Sumar podrían no ser un sí a Sánchez en una eventual investidura?
De momento, sobre la reunión de Yolanda Díaz con Puigdemont en Bruselas, Podemos no dice nada malo. “Lo fundamental es que el PSOE reconozca como actor legítimo a Junts", señala Belarra. Según cómo, quizá no haga falta nada: Sánchez, explican tiene un Plan B y sabe que, tras una eventual repetición de elecciones, los platos rotos los pagará Sumar y no él. Sí, el bipartidismo acecha y, si hay ocasión, volverá a lo grande.
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