Con Irene Montero en el Ministerio de Igualdad ha habido más violaciones que nunca
En concreto, casi un 130% más
Los números hablan y, a veces, lo hacen por sí mismos. Eso es lo que le acaba de ocurrir a Irene Montero: su etapa en el Ministerio de Igualdad se cierra con más violaciones que la etapa de la socialista Carmen Calvo, su predecesora en el cargo. En 2022 se marcó un récord histórico y 2023 no va mucho mejor. Para este viaje, quizá no hacían falta alforjas. En ellas, sin embargo, anda metido Pablo Iglesias.
Las comparaciones son odiosas
Irene Montero se hizo cargo del Ministerio de Igualdad en 2020. 2019, el año anterior al inicio de su gestión, se cerró con 1.873 agresiones sexuales con penetración. En 2020, el año del confinamiento y las restricciones a la movilidad, se registraron 1.596. Al año siguiente, 2021, la cifra alcanzó las 2.143. Si nos fijamos en el dato de 2017, año en el que se registraron 1.249, la comparativa da miedo: un 129,78% más.
Con dinero no basta para frenar los delitos sexuales
Hay, además, otra paradoja: el Ministerio de Igualdad manejaba en 45 millones de euros en 2016. Con Irene Montero, el presupuesto se multiplicó por 10 en 2021 y alcanzó los 459 millones. En 2022, fueron 525. Este año, serán 573. ¿A qué se destinan? Pues, por ejemplo a impulsar campañas que tienen consecuencias no previstas.
Inquieta, por ejemplo, el informe de FAD Juventud Culpables hasta que se demuestre lo contrario. Percepciones y discursos de adolescentes españoles sobre masculinidades y violencia de género.
Según este estudio, en una sociedad en la que un 46,4% de los jóvenes se considera feminista, un 45% dice que debatir con feministas no es aconsejable “porque te acusan de machista muy rápido”. La cifra de asesinatos machistas, eso sí, se ha reducido. En 2020, 2021 y 2022, bajó de 50 y eso no pasaba desde 2016. Con todo, hay un hecho evidente, Irene y sus chicas necesitan mejorar. Sobre todo, si como parece, acaban repitiendo curso.
Lo de que repitan curso, si damos por hecho que Podemos hará valer su peso en Sumar para lograr algún Ministerio, es harto probable. Sánchez, sea como fuere, tendrá la última palabra en este sainete. Mientras, las violaciones no cesan. Y, sí, no es responsabilidad directa de la ministra del ramo, pero para obtener resultados distintos, hacen falta estrategias diferentes. ¿Puede Podemos aplicarlas?
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