Suiza, el refugio de los ‘procesistas’ progres en el epicentro neoliberal de Europa
El país transalpino, con un modelo de estado opuesto al que defienden todos ellos, ha acogido en los últimos años a Marta Rovira, Anna Gabriel, Jordi Cuixart o Rubén Wagensberg
En la semana que dejamos atrás, Suiza ha tomado parte del protagonismo de la actualidad política en Cataluña. Y no por ninguna acusación oscura relacionada con el sistema bancario del país helvético ni alguna otra artimaña de similar calibre. Suiza ha vuelto a ser el país escogido por un político independentista para refugiarse al verse involucrado en una investigación judicial.
Nos referimos, como por todos es sabido, al diputado de ERC Rubén Wagensberg. El político republicano aparece en el sumario del caso que investiga las movilizaciones organizadas por el grupo Tsunami Democràtic. El juez Manuel García-Castellón señala a Wagensberg como implicado por terrorismo, lo que, según lo transcendido esta semana, ha afectado directamente a la salud mental del diputado.
Wagensberg se encuentra de baja laboral desde diciembre. Afirma haberse instalado provisionalmente en Suiza para superar este episodio de ansiedad y pánico que atraviesa por su inclusión en la causa. Además, trabajará en su defensa; aunque no está oficialmente investigado por su condición de aforado, al ser miembro de la mesa del Parlament.
Rubén Wagensberg, del activismo a la política por 97.500 euros anuales
Y es que Rubén Wagensberg, diputado electo por ERC, es el secretario cuarto de la mesa del Parlament desde que arrancó la presente legislatura, en 2021. Este es el segundo mandato de Wagensberg como diputado, que fue uno de los fichajes de ERC para las elecciones de 2017, como número 9 por Barcelona. Con su actual cargo, percibe una retribución anual bruta de 97.500 euros, entre sueldo base y complementos: casi 7.000 euros mensuales.
Wagensberg adquirió cierta notoriedad en 2016 y 2017, como portavoz de la campaña ‘Volem acollir’, en defensa de la llegada de refugiados a Cataluña. Su activismo pro-inmigración posicionó a Wagensberg en la órbita de ERC, que consumó su fichaje pocos meses más tarde. Encajaba a la perfección en el perfil de un fichaje joven y con visibilidad; con cierta ascendencia entre el sector más ‘progre’ y ‘woke’ de la población.
De la campaña ‘Volem acollir’, organizada desde la plataforma ‘Casa nostra, casa vostra’, Wagensberg saltó a la política activa. Lo hacía en un momento frenético de la política catalana, donde los fichajes independientes reforzaban a las candidaturas ‘indepes’ en su propósito —nada más que palabras— de consumar la independencia. En este contexto, según el juez García-Castellón, Wagensberg se habría implicado en la organización del Tsunami Democràtic.
Wagensberg, el cuarto político independentista que escoge Suiza como destino
Su presunta implicación en este ejercicio de activismo realizado desde la política le ha empujado a huir a Suiza de forma “momentánea”. Wagensberg no es el único político ‘indepe’ que ha escogido el país helvético para ‘refugiarse’ de lo que su propio entorno político califica recurrentemente como “persecución judicial”. Son ampliamente conocidos los casos de Marta Rovira y Anna Gabriel, que se trasladaron a Suiza de forma permanente.
La secretaria general de ERC dejó Cataluña hace seis años, tras ser citada por el juez Llarena, y todavía no ha regresado. Anna Gabriel se instaló en Suiza unas semanas antes, en febrero de 2018, y regresó por sorpresa en verano de 2022, compareciendo ante el Tribunal Supremo. También en verano de 2022, Jordi Cuixart, ya indultado, anunció que se trasladaba a vivir a Suiza y se ha mantenido, desde entonces, completamente al margen del foco mediático.
A estos tres nombres se ha unido esta semana el de Rubén Wagensberg, que completa la nómina independentista en el país transalpino. Dos miembros de ERC, una de la CUP y el expresidente de Òmnium Cultural: todos ellos, defensores de la causa independentista y con una ideología marcadamente de izquierdas. Su país de ‘refugio’, paradójicamente, se rige por un sistema que es absolutamente contrario a los principios que ellos representan.
Suiza, un modelo de país que es de todo menos ‘progre’
Suiza es, indudablemente, el paradigma de un Estado capitalista y con un sistema económico abiertamente neoliberal. El índice anual que publica la Fundación Heritage sitúa a Suiza como el país europeo más libre económicamente y el segundo del mundo. Su apertura al comercio internacional y a la libertad comercial se constata al tratarse del país con más tratados aprobados en este ámbito.
Se trata, además, de uno de los países con una carga impositiva más baja. El porcentaje de IRPF o de cotizaciones a la seguridad social son de los más reducidos de los países de la OCDE.
Además del libre comercio y la casi inexistente intervención estatal, la otra pata de cualquier estado neoliberal es la defensa de la propiedad privada. En este sentido, el Índice Internacional de Derechos de Propiedad ha situado a Suiza de forma reiterada, en los últimos años, en las primeras plazas. Son datos, pues, que refuerzan la idea de un Estado donde imperan principios que se alejan de los defendidos por Rovira, Gabriel o Wagensberg.
Y no es que Suiza, por aplicar este modelo sociopolítico, obtenga resultados discretos en el ámbito económico. Es el país líder en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, tiene una baja tasa de desempleo y es el país con mayor calidad de vida del mundo según US News & World. Por cierto: el partido más votado en las elecciones del pasado octubre fue, con un 29% de sufragios, el SVP, calificado a menudo de formación ultraderechista.
Pero hay mucho más: la contradicción de defender un modelo de país y trasladarse a un estado de principios opuestos se halla en otros ámbitos. Uno de ellos es el migratorio, que atañe especialmente a un Rubén Wagensberg que logró repercusión como activista en esta cuestión. Suiza prohibió por referéndum en 2021 el uso de burkas y niqabs en espacios públicos e hizo lo suyo, hace más de una década, con la construcción de minaretes.
La tasa de inmigración es baja y la procedente de países de mayoría musulmana es casi anecdótica. El control migratorio es uno de los pilares en Suiza, un estado donde la tasa de criminalidad es más baja que en toda la Unión Europea excepto Estonia y Eslovenia.
Tal y como las redes sociales han señalado durante la semana, no deja de sorprender el contraste que supone la ideología de Wagensberg, Gabriel, Cuixart o Rovira con el que es su país de residencia. Pese a defender un modelo de estado radicalmente contrario, los cuatro han hallado en Suiza el ‘refugio’ que buscaban sin reparar en el choque ideológico que ello supone. Una situación que, sin lugar a dudas, evidencia la contradicción de algunos de los rostros más destacados del ‘procesismo’ progre.
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