
Sílvia Orriols cumple dos años como alcaldesa de Ripoll: del éxito al gran desafío
Aliança Catalana ha dado un vuelco a la política catalana, pero ahora le falta culminar su obra
El 17 de junio de 2023, hace hoy dos años, Sílvia Orriols fue proclamada alcaldesa de Ripoll. El independentismo identitario se impuso claramente en las municipales, y desde entonces preside el gobierno en minoría de la localidad.
La alcaldía de Ripoll ha catapultado a Aliança Catalana como la formación llamada a sacudir el convulso escenario político catalán.

En dos años, Aliança Catalana ha pasado de ser una formación marginal a marcar el debate político y las estrategias de los partidos en Cataluña. La conquista de Ripoll, cuna del catalanismo y de los atentados islamistas de 2017, abrió las puertas del Parlament a Sílvia Orriols. En el ecuador de su mandato como alcaldesa, afronta ahora el reto de dar un salto de calidad para consolidar su proyecto.
En estos dos últimos años ha experimentado un fuerte crecimiento, sobre todo en la Cataluña interior. El partido prepara ya las municipales de 2027, claves para saber si su éxito fue solo reactivo o Aliança ha llegado para quedarse.
El éxito de Aliança Catalana
El principal éxito de Aliança Catalana ha sido romper muchos tabúes sobre temas como la inmigración y la inseguridad. Estos eran silenciados por la izquierda y el procesismo, que durante años han ostentado el monopolio de la opinión pública y la pureza moral. La llegada de Orriols a la alcaldía marcó un antes y un después.
Lo que mejor definde la lógica del orriolismo es la frase que pronunció ella misma, "media Cataluña orrioleja en el comedor de casa". Incluso personas alejadas de su espectro político admiten verse reflejados en lo que dicen Aliança Catalana y Sílvia Orriols.
Su auge tiene que ver con la frustración por el descarrilamiento del Procés. Pero también por la degradación social y el colapso de los servicios públicos, sumado al auge migratorio y el incremento de la inseguridad.
Aliança Catalana debe su éxito a la ruptura de los cánones y la quiebra del debtae público. De forma sintomática, la censura de los medios públicos y los cordones sanitarios en las instituciones no solo no la han debilitado sino que la han beneficiado. El claro ejemplo es Ripoll, donde la oposición ha sido incapaz de armar una alternativa.
Si la alcaldía de Ripoll sirvió para sacar a Aliança Catalana del aislamiento, el Parlament ha servido para consolidar la figura de Sílvia Orriols.
Su movimiento ha hundido a los partidos procesistas, especialmente Junts, y su figura ha eclipsado a los líderes en declive como Carles Puigdemont.

Su éxito ha sido también arrastrar a Junts hacia la derecha, intentando mimetizar el éxito de su discurso. Pero una vez conseguido lo más difícil, ahora les toca rematar la faena en las municipales de 2027.
Ante su gran desafío
Todos los partidos ven las municipales de 2027 como la antesala de las próximas elecciones catalanas, que se celebrarán un año después. Aliança Catalana lleva dos años desplegando una estrategia de crecimiento territorial.
Un trabajo que debe culminar ahora con la preparación de las municipales.
Por delante tiene varios retos, uno de ellos, quizá el más ambicioso, es conseguir representación en Barcelona. El ámbito metropolitano es un lugar inhóspito para Aliança Catalana, que sin embargo sabe que es clave para aspirar a algo más en Cataluña. En las autonómica se quedaron a pocos votos de conseguir representante en esa demarcación.
Más propicia es la situación en la Cataluña interior, donde Aliança Catalana ha basado su crecimiento. En las comarcas centrales, ciudades como Manresa, Vic y Olot serán clave. El otro centro de atención serán las comarcas de Lérida, donde ya está experimentando un gran avance.
Tarragona es otro de los territorios donde su proyecto no ha acabado de cuajar. Pero como ocurre en Barcelona, la fuerte presión migratoria y los problemas de inseguridad juegan a su favor.
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