Sílvia Orriols lanza el ataque más duro a las juventudes de la CUP
La líder de Aliança Catana les recuerda a los cupaires una de sus escenas más incómodas: ‘el policía nacional...’
El pasado lunes, un grupo de radicales de las juventudes de la CUP, Arran, se hacían virales por vandalizar la casa de Gerard Piqué en la Cerdanya. Además de invadir la propiedad del futbolista, hicieron pintadas en la vivienda. “Fuera pijos”, escribieron en la puerta.
Según dijeron los radicales, era una forma de protestar por el aumento del precio de la vivienda en la Cerdanya, un lugar muy demandado. Aunque la intención real de los jóvenes cupaires era conseguir visibilidad y ser tema de debate. Y entre las muchas críticas que han recibido, ahora se ha añadido la de Sílvia Orriols.
Como es sabido, la líder de Aliança Catalana no se lleva precisamente bien con los sectores de la izquierda 'woke' catalana. Además de escraches contra su persona, los sectores de la CUP han vandalizado la sede de su partido y han organizado protestas en Ripoll. Así mismo, son el altavoz más activo difundiendo la idea de que Orriols es “nazi” o “fascista”.
Esto explica que las enganchadas en redes sociales entre Orriols y los satélites de la CUP sean habituales. El último ejemplo tiene que ver con las pintadas en el domicilio de Gerard Piqué.
La respuesta de Orriols
Ante la notoriedad que han adquirido, los jóvenes de Arran han reivindicado otra vez su acto vandálico. En una nueva publicación en redes, señalan que “a muchos os vemos disgustados por la pintadita en la casa de Piqué. A nosotros nos preocupa más tener que llegar al punto de tener que destinar todo nuestro sueldo a pagar el alquiler”:
Entre los centenares de respuestas a este mensaje, que casi llegan a 300, está la respuesta de Orriols. De manera irónica, Orriols les ha respondido “pero si el alquiler os lo paga papá... o el policía nacional”. Como ya ha hecho en otra ocasiones, Orriols le recuerda a la CUP que en su día fue un nido de infiltrados de la policía nacional:
Ciertamente, la CUP tuvo en su día varios problemas con la infiltración de agentes del Ministerio del Interior. Esto llegó hasta el punto de convertirse en una situación cómica, con militantes de la CUP que se habían enamorado de los policías. En cualquier caso, lo que es innegable es que la CUP está en un proceso de conseguir atención a cualquier precio.
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