e-Notícies, Canva Pro Sílvia Orriols hunde a Lluís Llach tras tacharla de 'fascista'
La alcaldesa de Ripoll le recuerda la diferencia de apoyo popular que hay entre la ANC y Aliança Catalana
El flamante presidente de la Asamblea Nacional Catalana, el cantautor Lluís Llach, no quiere una lista cívica de la ANC que represente otra opción política. Por el contrario, Llach pide reanimar la unidad independentista a través de una lista unitaria que no incluya a Sílvia Orriols. El motivo, el común en estos casos: que Aliança Catalana es fascismo.
“Todos los indicios que tengo es que es fascista y con esto no juego”, ha explicado Llach en una entrevista a RAC1, “Al fascismo, aunque sea con bandera estelada, ni pan ni agua”. Por otra parte, Llach también se apunta a la idea de que el procesismo tiene “cogidas las partes íntimas del PSOE” y que eso les permite una posición de fuerza.
Lo que, en definitiva, piden desde la ANC es resucitar algún tipo de unidad de acción independentista después del fracaso electoral del 12M. Esto pasa por promover la presidencia de Puigdemont o, si fuera necesario, forzar las elecciones. Algo que se traduce en forzar también a ERC para hacer un nuevo ‘Junts pel Sí’ y que también pide Artur Mas.
Sílvia Orriols responde a Llach
La alcaldesa de Ripoll y lideresa de Aliança Catalana no ha tardado en recoger el guante que le ha lanzado Llach. En un mensaje en redes sociales, Orriols le reprochaba que la ANC decida quién puede formar parte del independentismo y quién no. “Mi proyecto de Estado Catalán lo han avalado 120.000 personas. A ti te han votado 48 secretarios de la ANC”:
Más allá de la recurrencia de calificar a Sílvia Orriols de “fascista” y “nazi”, esta situación apunta a que el procesismo no quiere contar con Aliança Catalana para nada. Más en particular, este repliegue agónico del procesismo que promueven figuras como Lluís Llach o Artur Mas.
Por el momento, parece que la pelota está en el tejado de ERC, que al mismo tiempo tiene que decidir qué hace con su reorganización interna. Los Comuns dan vía libre a un tripartito y solo queda conocer la decisión de ERC. Los republicanos pueden optar entre dos malas decisiones: apostar al procesismo y forzar elecciones o investir a Salvador Illa.
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