Montaje del abrazo en 2014 de David Fernández y Artur Mas
OPINIÓN

Artur Mas quiere volver a la casilla de salida del Procés

El expresident pide abiertamente una repetición electoral y que vuelva Junts pel Sí

Suerte que tan solo falta una semana para que se constituya el Parlament y se acabe este sinvivir -léase la ironía- de la política catalana. Un día escuchamos a la CUP pedir una "Mesa del Parlament antirrepresiva", al día siguiente Marta Rovira descarta 'por ahora' hacer president a Salvador Illa, mientras Artur Mas quiere otro Junts pel Sí.

No está nada mal en una semana marcada por la amnistía y por una sumisión vendida como una victoria. El procesismo es experto en celebrar derrotas, pero esta tiene guasa: no hay ni rastro del uno de octubre y se utiliza un perdón como si fuera un paso adelante soberanista.

Foto del pleno del Parlament de Catalunya mientras se vota el presupuesto para 2024

El problema ahora mismo de Junts y ERC es que no tienen ni idea de qué hacer. Están atrapados tras la amnistía, no suman para seguir gobernando y tienen miedo de tomar cualquier solución. Los de Junqueras saben que perderán hagan lo que hagan, mientras que los juntaires no quieren prescindir de Puigdemont porque el golpe será duro, aunque con él saben que no avanzarán como partido.

No hay una solución a corto plazo buena para el procesismo. Y es normal, después de años de esforzarse para hacer las cosas mal y pelearse día tras día. Aún han tenido suerte de la debilidad de Pedro Sánchez, que les has regalado primero los indultos y después la amnistía para poder mantener la Moncloa. 

El problema es que esta aritmética favorable no es eterna. Salvador Illa quiere ser president -y más faltaría tras los resultados- y ni se plantea dejar vía libre a Puigdemont. Hay, pues, solo dos escenarios posibles: o manda el PSC o hay repetición electoral. Volver a elecciones es la peor pantalla para ERC y no parece que pueda servir demasiado a Puigdemont.

Imagen del político Artur Mas, vestido con traje mirando hacia su derecha

Es aquí donde aparece Artur Mas, el responsable primero del inicio del Procés e incomprensible gurú aún en Junts per Catalunya. Mas se sacaba de la chistera hace pocos días una idea que quizás les suene: que Junts y Esquerra vayan juntos en caso de repetición electoral para superar así al PSC y seguir mandando.

Es decir, volver a 2015, unir a dos partidos que no se tragan con tal de mantener el poder y "qui dia passa, any empeny, tu". Para Mas, un Govern del PSC en solitario es una herejía, "el primer Govern desde 1980 sin ningún partido de estricta obediencia catalana".

Servidor no tiene ni idea de lo que deben hacer Esquerra y Junts. En cambio, tengo muy claro qué no deberían repetir: volver al pasado, a fórmulas que nos llevaron a un fracaso colectivo y a una parálisis que seguimos pagando caro. El procesismo ha perdido claramente las elecciones, que lo asuman y dejen de querer alterar la realidad para que nada cambie.

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