Montaje, presidents de la Generalitat de Catalunya
POLÍTICA

7 elecciones en 18 años, o cómo el Procés ha destruido la estabilidad en Cataluña

Desde 2006 ha habido seis anticipos electorales en un país en permanente crisis por la tensión política, la división nac


Para recordar la última legislatura completa en Cataluña hay que retrotraerse hasta el gobierno de José Montilla, entre 2006 y 2010. La legislatura anterior presidida por Pasqual Maragall, había acabado de forma precipitada tras la ruptura con ERC y la aprobación del Estatut. Desde 2010 hasta hoy se han sucedido cinco gobiernos sin que ninguno de ellos haya agotado los cuatro años de mandato.

Son por lo tanto seis elecciones anticipadas en dieciocho años, que reflejan la destrucción de la estabilidad política en Cataluña al calor del Procés. La tensión política, la crisis nacional y la degradación institucional están detrás de la inestabilidad en un territorio que fue durante mucho tiempo referente del pacto y la negociación. Las elecciones del próximo 12 de marzo podrían culminar este proceso si se confirma el bloqueo político al que parece caminar irremediablemente el país.

Del fracaso del tripartito a la hoja de ruta de Artur Mas

El proceso de descomposición política en Cataluña empezó con el debate en torno al nuevo Estatuto, que provocó la expulsión de ERC del gobierno tripartito de Pasqual Maragall. Una vez aprobado el Estatuto, Maragall avanzó las elecciones para “abrir una nueva etapa de estabilidad política e institucional”. Las elecciones dieron lugar a la reedición del tripartito bajo la presidencia de José Montilla, en una legislatura marcada por la celebración de varias consultas independentistas y la multitudinaria manifestación “Sóm una nació, nosaltres decidim” que abrió la puerta al Procés.

Primer plano de José Montilla con cara de preocupación y unas banderas esteladas de fondo

Aquel mismo año se celebraron elecciones de las que salió el gobierno de Artur Mas. La legislatura estuvo condicionada por la crisis económica, la conflictividad y la corrupción que puso contra las cuerdas a CiU. Artur Mas buscó una salida en la promesa del concierto económico, cuyo rechazo por parte del Gobierno de Mariano Rajoy precipitó el avance electoral “para que Cataluña ejerza su derecho de autodeterminación”.

CiU volvió a ganar las elecciones y Artur Mas fue investido tras signar un acuerdo con ERC conocido como el Pacto por la Libertad. Los partidos independentistas aprobaron en 2013 la Declaración de Soberanía y el derecho a decidir del pueblo de Cataluña. El gobierno se rompió con la salida de los diputados de Unió y el president anunció elecciones anticipadas tras constatarse el fracaso de la hoja de ruta hacia la independencia.

Diez años y cuatro elecciones, el legado del Procés

Las de 2015 fueron las primeras elecciones donde se presentó la coalición independentista Junts pel Sí, con diputados de CDC y ERC. Su candidato fue Artur Mas, aunque tuvo que dar un paso al lado para que la CUP invistiera al nuevo gobierno, encabezada por un desconocido Carles Puigdemont. El Parlamento aprobó la Declaración de inicio del proceso de independencia en Cataluña, que culminó en el referéndum ilegal de autodeterminación el 1 de octubre de 2017.

Retrato oficial de Carles Puigdemont como Presidente de la Generalitat de Cataluña

La declaración unilateral de independencia provocó la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la intervención del Gobierno de la Generalitat y la convocatoria de elecciones anticipadas. Los catalanes volvieron a votar en diciembre de 2017, y aunque Ciutadans ganó con más de un millón de votos, los partidos independentistas alcanzaron la mayoría de 70 diputados y formaron gobierno con el cometido de culminar el procés.

Quim Torra fue investido presidente tras las investiduras fallidas de Carles Puigdemont y Jordi Turull por su situación judicial. Su mandato estuvo marcado por el distanciamiento entre Junts y ERC, y por la sentencia del procés de octubre de 2019 que desató la conflictividad en las calles. Quim Torra fue inhabilitado en septiembre de 2020 por desobediencia, y dio por agotada la legislatura aunque esta se alargó unos meses más debido a la pandemia y con Pere Aragonès como presidente en funciones.

Primer plano de Quim Torra con cara de circunstancias

Los catalanes volvieron a votar el 14 de febrero de 2021, y aunque el PSC ganó las elecciones, ERC y Junts sumaron sus diputados a los de la CUP para investir presidente a Pere Aragonès. El distanciamiento entre ERC y Junts por la gestión del post-procés acabó con Junts pidiendo una moción de confianza, ERC expulsando al vicepresidente, y los postconvergentes saliendo del Govern en octubre de 2022.

Los catalanes votarán por cuarta vez en nueve años el próximo 12 de marzo, con el Parlament más fragmentado que nunca. La ruptura de los bloques dificulta la formación de una mayoría de gobierno y no se descarta una nueva convocatoria electoral que abriría una crisis política en Cataluña. Es la consecuencia de la destrucción de la política propiciada por un proceso que no ha generado más que división y frustración.

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