Semana decisiva para Oriol Junqueras: cómo está la carrera para presidir ERC

Este sábado 30 de noviembre se celebrará el congreso nacional de ERC, decisivo para saber quien tomará las riendas del partido en los próximos años. Esquerra cierra así una larga etapa de trece años liderada por el tándem Oriol Junqueras-Marta Rovira, que ahora se enfrentan para liderar una nueva era. El tercero en discordia es la candidatura alternativa del exconsejero Alfred Bosch, que podría decantar la balanza en una segunda vuelta.

En este congreso están llamados a votar los más de 8.200 militantes de ERC. Si ninguna de las candidaturas supera el 50% de los votos, habrá una segunda vuelta en la que se enfrentarán las dos listas más votadas y donde se podrán hacer alianzas. Y ahí puede estar la clave, porque aun partiendo como favorito, si Oriol Junqueras no obtiene más del 50% de los votos, se arriesga a una alianza entre las otras dos candidaturas.

Este congreso viene marcado por dos grandes cuestiones: la reorganización interna del partido después de los escándalos de la estructura B, y la estrategia para revertir la crisis de confianza de la formación republicana. Las listas han discutido sobre todo acerca de qué relación debe tener la militancia con la dirección y sobre la continuidad de la estrategia de alianzas con el PSOE o la reconstrucción de la unidad independentista.

La militancia contra el establishment

Tanto las candidaturas oficialistas -Militància Decidim y Nova Esquerra Nacional- como la alternativa -Foc Nou- se presentan como listas de renovación. Oriol Junqueras parte como claro favorito, al haber reunido dos tercios de los avales de la militancia y mil más que la lista encabezada por Xavier Godàs. El expresidente de ERC encara así su reelección, en una semana decisiva no solo para Esquerra sino también para el independentismo.

Oriol Junqueras podría haber ejecutado una jugada maestra al dimitir de la presidencia de ERC tras la debacle electoral de las catalanas para someterse al juicio de la militancia. Ese fue el primer paso para presentarse como el candidato de la militancia contra el viejo aparato del partido, representado por Marta Rovira y sus afines. Desde entonces, Junqueras ha conseguido llevar siempre la iniciativa de la campaña mientras que los roviristas han ido siempre a remolque.

El expresidente de ERC presentó su candidatura, Militància Decidim, el 21 de septiembre, mientras que Nova Esquerra Nacional, la candidatura rovirista, se presentó el 19 de octubre, un mes después. Pero además, la presentación de Militància Decidim fue una demostración de fuerza con la militancia arropando al tándem Oriol Junqueras-Elisenda Alamany. Mientras que los roviristas presentaron como credenciales el apoyo de pesos pesados y altos cargos del partido, que refuerza la idea de que es la candidatura del establishment.

Liderazgo, regeneración y referéndum

Además, Oriol Junqueras cuenta con la ventaja de ser el único candidato carismático, algo muy importante sobre todo después de la elección de Carles Puigdemont como presidente de Junts. Albert Bosch también es conocido pero no tiene el prestigio de Junqueras entre la militancia, y además su candidatura no tiene la fuerza suficiente para hacer sombra a las dos listas oficialistas. Mención aparte merece la lista rovirista, que confundió la renovación de liderazgos con la ausencia de liderazgo y su candidato, Xavier Godàs, ni siquiera ha confirmado que vaya a ser el candidato a la presidencia de la Generalitat.

Así, la urgente regeneración choca con la necesidad de un liderazgo fuerte para encabezar esta nueva etapa de rivalidad con Junts por la hegemonía del independentismo. A la hora de la verdad, la militancia podría decantarse por un líder fuerte que reconstruya la confianza del electorado y teja alianzas con otros espacios políticos. Junqueras ha transmitido la idea de que, una vez liberado del viejo aparato del partido, volverá a conectar el partido con la militancia para iniciar una nueva etapa del republicanismo.

Así, Militància Decidim ha centrado su campaña en tres ejes -el capital político de Junqueras, la “comisión de la verdad” para depurar responsabilidades por la estructura B, y la reconexión del partido con la militancia. Sobre la estrategia, apuesta por un apoyo crítico a PSOE y PSC, y una hoja de ruta independentista con un nuevo referéndum como estación final. Una fórmula ganadora que podría imponerse sin despeinarse en el congreso de este sábado, si no hay sorpresas de última hora.