El primer secretario del PSC, Salvador Illa, a su llegada a una sesión plenaria, en el Parlament, a 5 de marzo de 2024, en Barcelona, Catalunya
POLÍTICA

Segunda derrota de Salvador Illa en menos de un mes

El líder del PSC ve cómo se le complica el guion que había previsto para ser president de la Generalitat

Salvador Illa ganó las elecciones del 12 de mayo. Y lo hizo con contundencia: superando por siete escaños a Carles Puigdemont. Sin embargo, desde el triunfo de hace ya más de un mes, el líder del PSC ha ido acumulando derrotas y esta semana ha asumido la última de ellas.

El candidato a presidir la Generalitat ha anunciado que pedirá a Josep Rull, presidente del Parlament, renunciar a la primera sesión de investidura, que se celebrá el martes 25 de junio. "Necesito más tiempo para poder formar una mayoría", explicaba en la Cadena SER. Una mayoría que Salvador Illa tiene claro cuál debe ser (de hecho, la única viable): "progresista e integrada por los socialistas, ERC y los Comuns".

Los tempos no están favoreciendo a Salvador Illa. Con una Esquerra en plena guerra civil, las negociaciones con ellos siguen en curso, pero el líder del PSC no tendrá tiempo para convencer a los republicanos antes del día 25. Por lo tanto, prefiere esperar y madurar un posible acuerdo con ellos. Se prevé que, en cambio, con los Comuns todo sea más fluído y no cueste tanto llegar a un pacto con ellos.

El acuerdo entre el PSC y los republicanos no está cerca, pero ninguna de las dos partes lo descartan. Las ventanas de Overton se tienen que mover lentamente para que, tanto unos como otros, puedan ceder ante las posiciones iniciales de sus interlocutores. El punto clave es el sistema de financiación. Mientras ERC insiste en la llamada "financiación singular", los socialistas no renuncian a ello, siempre que no genere excesivas diferencias y agravios respecto a otras comunidades autónomas.

Los otros condicionantes que ha puesto Esquerra encima de la mesa de negociación son relativamente asumibles, tanto para el PSC como para el Gobierno. Mantener parte de las políticas impulsadas por el anterior Govern, que la lengua catalana sea un eje central de la legislatura y el concepto poco concreto de "avanzar hacia el referéndum" son cuestiones en las que las dos partes pueden llegar a un entendimiento. Incluso lo podrían llegar a hacer con la condonación de la deuda que Cataluña mantiene con el Estado, otra de las exigencias de los republicanos.

Segunda derrota en menos de un mes

Tener que renunciar a la primera investidura es la segunda derrota de Salvador Illa desde que ganase las elecciones del 12 de mayo. La primera fue la pérdida de la presidencia del Parlament. A pesar de que el PSC ofreció un pacto a ERC para que se quedaran con el puesto, los republicanos prefirieron pactar con Junts y la CUP para votar por Josep Rull.

En la bancada socialista no escondieron su malestar por el posicionamiento de Esquerra, que optaron por priorizar el frente procesista al frente progresista. Y más, cuando consiguían más contrapartidas pactando con el PSC que con su pacto con Junts.

25 de agosto, data límite antes de convocar la repetición de elecciones

Salvador Illa (y también Carles Puigdemont, que no ha renunciado a ser presidente a pesar de que no tiene -ni tendrá- los apoyos necesarios), tiene de tiempo hasta el 25 de agosto para llegar a un entendimiento con ERC y los Comuns. Y es que, si en esa fecha no se ha investido a ningún presidente de la Generalitat, se convocarán automáticamente nuevas elecciones en Cataluña, que según el calendario se celebrarían entre el 6 y el 13 de octubre.

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