Montaje con un plano medio de Joan Ignasi Elena tocándose la barbilla con cara de preocupación y de fondo una imagen de un mosso de espaldas abriendo la puerta de un coche policial

POLÍTICA

Se disparan los delitos en BCN: los datos que dejan en evidencia a Joan Ignasi Elena

Los delitos sexuales aumentan casi un 25%: hay una media de tres cada día. Los multirreincidentes se apoderan de la capital catalana: 500 delincuentes acumulan 6.000 imputaciones

“Cataluña es un lugar seguro, donde la gente puede moverse en cualquier sitio y en cualquier hora”. Estas son palabras pronunciadas hace unas semanas por Joan Ignasi Elena. El conseller del Interior lleva tiempo esforzándose para negar una realidad que ya nadie puede ocultar. Incluso culpó a los “bulos de las redes y la extrema derecha” del incremento de la sensación de inseguridad por parte de los ciudadanos. La propaganda del Govern, pero, se derrumba cada vez que aparecen nuevos datos sobre criminalidad.

Hace unas horas conocíamos el balance delincuencial de 2023 en Barcelona. Y, una vez más, los datos dejan en evidencia a Joan Ignasi Elena. La capital catalana no es ni un lugar seguro, ni la gente puede moverse a cualquier hora por cualquier sitio. Las estadísticas publicadas por la Junta Local de Seguridad de Barcelona dejan claro que los delitos en la ciudad más grande de Cataluña se han disparado, siendo especialmente graves los casos de delitos sexuales y los multirreincidentes.

Malabares de la administración para maquillar la triste realidad

El comunicado emitido por el Departament de Interior y el Ayuntamiento de Barcelona para explicar los datos es todo un ejemplo de ingeniería propagandística para intentar maquillar la degradación delincuencial que sufre la capital catalana. Por órdenes políticas, nos intentan hacer ver que la situación no es tan alarmante cómo demuestran las estadísticas. Un ejemplo es que remarcan que los delitos han bajado respecto a 2019, y que si han aumentado respecto a 2022, es porque “en el primer trimestre del año había restricciones por el Covid-19”.

No hay duda de que este ejercicio de malabarismo en el lenguaje proviene, sobre todo, del Govern de la Generalitat. Y es que, los esfuerzos de Joan Ignasi Elena de intentar suavizar la realidad contrasta con el discurso del concejal de Seguridad de Barcelona, el socialista Albert Batlle, que suele hablar sin tapujos de la realidad que vive la capital catalana en relación con la delincuencia. Más allá de esto, vamos ya con los datos que dejan en evidencia al conseller del Interior y que muestran la degradación de Barcelona en el último año:


 

  • Aumento del 8,6% del total de los delitos en Barcelona respecto al año 2022
  • Aumento del 24,5% de las denuncias por violencias sexuales
  • Hay 3 denuncias por violencia sexual en Barcelona cada día
  • 526 multirreincidentes acumulan 6.169 imputaciones
  • Los 5 multirreincidentes con más delitos acumulan 228 antecedentes
  • Aumento del 11,1% de los delitos contra las personas (13.813)
  • Aumento del 9,5% de los delitos contra el patrimonio (187.799)
  • Aumento del 6,5% de los hurtos (100.944)
  • Aumento del 40,4% de los robos con fuerza (2.636)
  • Reducción del 1,1% de los robos con fuerza en domicilios (4.449)
  • Reducción del 5,8% de los robos con fuerza en vehículos (9.718)
  • Aumento del 6% de los robos violentos en el espacio público
  • Aumento del 4,6% de los robos con violencia e intimidación en el espacio público
  • Reducción del 13,6% de los robos a establecimientos comerciales
  • Aumento del 5,9% de los delitos contra la salud pública (1.682)
  • Aumento del 23% de las personas detenidas (27.252)

Estos son algunos de los datos facilitados por la Junta de Seguridad de Barcelona, en la que participan, entre otros, el alcalde Jaume Collboni; el consejero del Interior, Joan Ignasi Elena; o el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle. Hay que tener en cuenta que se tratan de datos oficiales a partir de denuncias y actuaciones policiales, por lo que aquí no aparecen los delitos no denunciados ni otros hechos que, sin ser considerados delitos, aumentan la sensación de inseguridad en la ciudad. Una sensación que ya se ha convertido en la principal preocupación de los ciudadanos de Barcelona.