Santiago Abascal tiene un plan para Vox
Su objetivo es recuperar la iniciativa en la derecha
Los 33 diputados de Vox votarán sí a la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, Santiago Abascal es consciente de la necesidad de utilizar el debate de investidura para marcar distancias y recuperar la iniciativa en el espacio conservador. Su plan consistirá en subrayar las incoherencias del PP y su candidato.
Si hubiera una mínima posibilidad de que Feijóo consiguiera los votos necesarios para ser presidente, Vox mantendría un perfil más bajo. Pero es evidente que la investidura no saldrá adelante. Y eso da margen a los de Abascal para continuar su guerra particular con el PP.
La manifestación de ayer preocupa y mucho a los dirigentes de Vox. El PP ha conseguido marcar músculo con una movilización histórica que sitúa a los de Feijóo claramente como vanguardia del frente constitucional. Ahora le toca a Santiago Abascal mover ficha, y lo hará durante el debate de investidura.
El plan de Vox
La sesión de aprobación del catalán en el Congreso sirvió para visibilizar la distancia que sigue separando a los dos partidos de la derecha. Vox abandonó el hemiciclo con acusaciones de “golpismo” al Gobierno de Pedro Sánchez. El PP no sólo se quedó, sino que su Borja Sémper acabó hablando euskera en su intervención.
Vox está dispuesto a desenmascarar la contradicción permanente del PP de Feijóo para desgastar a su rival en la derecha. Abascal recordará los flirteos de Feijóo con Junts, su tibieza frente a los independentistas y su debilidad dentro de su propio partido. Pondrá de manifiesto su falta de iniciativa en momentos cruciales para la nación.
Vox pretende así desgastar al Partido Popular y, al mismo tiempo, presentar a su líder como el mejor candidato para hacer frente al desafío separatista. Este es el plan de Vox para recuperar el pulso en plena crisis interna y de confianza. La intención es volver a acercarse al partido de los 52 diputados.
Liderazgo en las calles
En Bambú creen que es posible atraer al electorado conservador decepcionado por la tibieza de Feijóo y sus continuos bandazos. La clave es presentar a Abascal como un líder que no se arruga ante la alianza de la izquierda y el independentismo. Mañana tiene una oportunidad de destapar las vergüenzas de Feijóo.
Pero la disputa Vox-PP va más allá del Congreso de los Diputados. El aumento de la tensión por la amnistía ha trasladado la lucha política a las calles, que se han convertido en el termómetro del liderazgo de la derecha. De momento, el PP de Feijóo va ganando por goleada.
No en vano Vox ha reaccionado airadamente tachando de “lamentado” que “algo que empezó como una movilización de la sociedad civil haya quedado reducido a un mitin”. Pero la de ayer no será la única manifestación contra la amnistía. El 8 de octubre en Barcelona, Vox tendrá la oportunidad de disputarle el espacio al PP también en las calles.
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