Primer plano de Santiago Abascal, lider de VOX, con rostro serio
POLÍTICA

Santiago Abascal le gana el pulso a Feijóo

Vox se da un baño de masas con la ausencia del PP

Vox consiguió reunir este domingo a más personas contra la amnistía que el PP el pasado 24 de septiembre. Según cifras de la Delegación del Gobierno, el rechazo a la negociación del PSOE con Junts concentró ayer 100.000 personas. Más del doble que la manifestación del PP, que según el mismo organismo reunió 40.000 personas.

La movilización de ayer estaba convocada por Defensa de la Nación Española (Denaes), la fundación de la que nació Vox hace diez años. Pese a presentarlo como una concentración de la sociedad civil, lo de ayer fue una auténtica marea verde. Y fue la primera oportunidad de Vox de arrebatarle el altavoz al PP contra la amnistía.

Santiago Abascal aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje claro y contundente. Desde la Plaza Colón, advirtió del “golpe” que se pretende perpetrar “desde la Moncloa” y amenazó con que “no lo vamos a permitir”. Además, señaló a Pedro Sánchez el camino del exilio: “Que Puigdemont le prepare el cuarto de invitados en Waterloo”.

Golpe en la mesa de Vox

Hasta ahora, el papel de Vox en la ofensiva constitucionalista había quedado ensombrecido por el liderazgo de Feijóo, Aznar y Ayuso. El éxito de la concentración de ayer en Colón cambia las cosas. La competencia en la derecha se recrudece, y por primera vez Vox disputa seriamente al PP la hegemonía de la calle.

Imagen de la manifestación convocada contra la amnistía en la plaza Colon de Madrid el 29 de octubre de 2023

Es un importante golpe en la mesa de los de Abascal, en el momento más oportuno. El partido sigue sufriendo las consecuencias de la crisis abierta este verano con la marcha con la marcha de Iván Espinosa de los Monteros. Sin ir más lejos, la semana pasada se anunció otra fuga, la del diputado balear Francisco José Cardona, por discrepancias con la dirección.

En pleno combate por recuperar la unidad y el control del partido, la dirección encabezada por Santiago Abascal ve el baño de masas de ayer como un punto de inflexión. Por un lado, Vox recupera la autoestima y relanza el proyecto de la derecha alternativa “del pueblo” frente al conservadurismo timorato “de las élites”. Por otro lado, Abascal, que fue agasajado con gritos de “presidente, presidente”, vuelve a mirar a los ojos a Feijóo.

Abascal se reivindica

“El autócrata sin escrúpulos debe saber que responderá ante los españoles si se atreve a liquidar las leyes que permiten la convivencia”. Es una de las frases del aclamado discurso de Santiago Abascal ayer en la Plaza Colón de Madrid. No estaba previsto que hablase, pero fue el más ovacionado por las masas.

La revitalización de la figura de Abascal es muy importante para Vox, ya que estaba siendo cuestionado por la deriva del partido. El líder de Vox mantuvo un perfil bajo en la crítica al PP durante el debate de investidura de Feijóo. Por eso necesitaba una oportunidad como la de ayer para volver a reivindicar su liderazgo.

En su discurso se refirió constantemente a “los españoles” e incidió en su mensaje “más allá de las siglas y de los partidos”. Vox se postula así como el partido llamado a liderar a los españoles contra los planes de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. Además, la ausencia del PP reforzó el protagonismo de Abascal.

Guerra en la derecha

En el trasfondo sigue habiendo la competencia soterrada entre Vox y el PP por el control del espacio conservador. Abascal y Feijóo firmaron una tregua en el debate de investidura, que vino precedida además por el cierre de la crisis en Murcia. Pero el enfrentamiento ha vuelto a estallar, esta vez en Baleares.

Vox se niega a aprobar las cuentas del gobierno balear liderado por el PP si a cambio no se acelera la libertad de elección de la lengua en la escuela pública. Esto ha llevado incluso a divisiones internas en el partido, y la renuncia de un disputado. Pero sobre todo, demuestra que PP y Vox siguen muy lejos uno del otro.

Una eventual investidura de Feijóo en un gobierno de PP y Vox hubiera calmado las aguas. Pero no estar en el poder va a recrudecer el enfrentamiento entre ambos partidos, que competirán por liderar la oposición al “sanchismo”. De momento, Abascal le ha ganado a Feijóo el pulso de la calle.

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