Un hombre en traje hablando en un podio con fondo de madera.
POLÍTICA

Salvador Vergés justifica el giro de Junts en inmigración y le sale mal: 'Vais tarde'

Junts intenta cambiar demasiado rápido de discurso para frenar a Aliança Catalana y los usuarios lo saben

El diputado de Junts Salvador Vergés ha intentado marcar perfil en redes sociales con un extenso mensaje sobre inmigración. Lo ha hecho en tono solemne, explicando qué enfoque adopta su partido frente a otros grupos del Parlament. Pero más que aclarar posiciones, su publicación ha evidenciado el cambio de discurso forzado que vive Junts. Y el resultado ha sido un alud de críticas.

Las redes han recibido sus palabras con una mezcla de incredulidad y desconfianza. Muchos usuarios lo acusan de cinismo político y oportunismo electoral. El comentario más repetido ha sido breve, directo y demoledor: “Vais tarde”. Porque, efectivamente, Junts ha desatendido durante años el debate migratorio, y ahora trata de recuperarlo cuando Aliança Catalana ya le ha arrebatado parte del terreno:

Según el último CEO, la formación de Sílvia Orriols le arrebataría entre 7 y 8 diputados. Una sangría que ha obligado a Junts a corregir el rumbo y asumir parte del discurso que hasta hace poco tildaba de “extrema derecha”. Vergés habla ahora de “derechos y deberes” y de una “integración catalanizadora”. Pero muchos no ven convicción, sino cálculo.

Transeúntes inmigrantes en una céntrica calle de Barcelona andando de espaldas a la cámara

Vergés critica al PSC por su pasividad en inmigración, y acusa a Vox y Aliança Catalana de generar odio. También acusa a ERC, CUP y Comuns de ignorar los deberes en favor de una integración blanda. Su intento de situar a Junts como tercera vía, equilibrada y racional, ha sido interpretado por muchos como un acto de autojustificación.

En marzo, el propio Vergés ya reconoció que la inmigración está colapsando servicios públicos en Cataluña. Incluso cuestionó la obligación de empadronar sin recursos. Son argumentos que hasta hace poco eran tabú en Junts y por los que se atacaba públicamente a Orriols. Ahora, esos mismos planteamientos aparecen en boca de uno de sus diputados más visibles.

La contradicción ha sido rápidamente señalada en redes. Varios usuarios recuerdan que lo que dice hoy Junts es lo que Aliança Catalana lleva tiempo denunciando. Pero mientras Orriols lo hacía en solitario, Junts lo ignoraba o lo condenaba. De ahí la falta de credibilidad. Como apuntan varios comentaristas: “Vais tarde y se nota”.

Un cambio demasiado rápido

El giro de Junts no se limita al discurso migratorio. Jordi Turull también ha lanzado mensajes sobre la “cultura del esfuerzo” y los incentivos al trabajo. Hay una operación en marcha para reconectar con el electorado conservador, especialmente de cara a las elecciones municipales de 2027. La duda es si lo hacen por convicción o por desesperación.

Una mujer de pie sosteniendo documentos en una sala de reuniones con varias personas sentadas en bancas rojas.

Junts intenta recuperar la retórica convergente, la del orden, los valores cívicos y la identidad catalana. Pero lo hace sin haber roto aún con sus años de ambigüedad política. Esa indefinición es lo que muchos votantes no perdonan. Perciben que el partido solo reacciona cuando pierde poder, y que sigue arrastrando complejos que le impiden hablar claro.

Y paralelo a todo esto, el partido tiene un líder que, como Puigdemont, no puede ejercer como tal. Por el contrario, la ciudadanía percibe que Puigdemont se ha empantanado en las negociaciones con el PSOE para sacar adelante la amnistía. El peligro es que, con el PSOE, los riesgos están asegurados, como el catalán en Europa.

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