Ruben Wagensberg y las otras siete personas que se esconderían tras Tsunami Democràtic
La instrucción señala a Carles Puigdemont, Marta Rovira, y otros dirigentes y empresarios del entorno de ERC y Junts
“Una organización estructurada, jerarquizada y con vocación de permanencia, dirigida por varias personas con roles diversos y con otras personas a su cargo”. Así describe el juez Manuel García Castellón a Tsunami Democrátic. La organización, acusada de terrorismo, tenía como finalidad “subvertir el orden constitucional, desestabilizar económica y políticamente el Estado, y alterar gravemente el orden público mediante la movilización social masiva”.
Tsunami Democràtic vuelve a la actualidad por la polémica en torno a las acusaciones de terrorismo a dirigentes y activistas del procés. Pero también por la huida a Suiza del diputado de ERC Ruben Wagensberg. El juez le considera el instigador de las protestas de 2019 contra la sentencia del Procés.
En el auto del pasado 21 de noviembre de 2023, García-Castellón atribuía a Wagensberg la elección del aeropuerto del Prat para llevar a cabo “una acción muy potente”. Ahora anuncia que se marcha porque tiene “pánico a volver a Cataluña viendo cómo se está poniendo la situación”. La investigación señala a otras siete personas que estarían detrás del Tsunami Democrátic.
Carles Puigdemont y Marta Rovira, en la cúspide con Wagensberg
Si Wagensberg era el cabecilla de las acciones de Tsunami Democràtic, según la instrucción el estado mayor lo completaban Carles Puigdemont y Marta Rovira. De hecho, este ha sido el principal motivo de la disputa con el PSOE por la ley de amnistía. Junts teme que Carles Puigdemont acabe siendo acusado de terrorismo.
La instrucción apunta a que Puigdemont dirigía el tinglado en la sombra y que Rovira hacía de puente con los grupos políticos. Wagensberg habría llevado a cabo las labores de comunicación y difusión de mensajes. Esto implicaría directamente a las cúpulas de ERC y Junts en la causa del Tsunami, catalogada como terrorismo.
Entre otras cosas, el juez expone en su autor que la organización independentista Òmnium Cultural informó directamente a Puigdemont del lanzamiento de Tsunami Democràtic. A raíz de esto, considera que “tanto Òmnium como Puigdemont podrían haber participado en la aparición de la organización”. La organización contaba, según el magistrado, con una segunda fila y expertos en seguridad.
Xavier Vendrell y Josep Lluís Alay, la segunda fila
Por debajo de Puigdemont, Rovira y Wagensberg estaba la segunda fila de la pirámide, con gente del entorno de ERC y de Junts. La instrucción señala al exsecretario de organización de Esquerra, Xavier Vendrell, cuya función era trazar el plan estratégico y coordinar algunas de las acciones. En su mismo rango estaría Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina de Puigdemont, que habría hecho de vínculo entre el expresident y el resto de la trama.
Esta segunda estructura estaría completada por el empresario Oriol Soler, cercano al entorno de ERC y que integró también el llamado Estado Mayor del 1-O. El juez le considera el “cerebro” de Tsunami Democràtic. Y constan en la causa conversaciones suyas en la aplicación de mensajería hablando de asuntos como la financiación.
Las otras dos personas que completarían el organigrama de la organización serían Marta Molina, también del entorno de ERC, y Josep Campmajó, empresario cercano a Puigdemont. El juez estima que su función era asegurar la ejecución de las acciones, y la Guardia Civil les atribuye conocimientos en materia de seguridad. Por debajo de estas ocho personas habría otros implicados en la estructura técnica y financiera de la organización.
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