VÍDEO | El ridículo argumento de Gabriel Rufián para justificar la inmigración ilegal

El líder de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, se ha acostumbrado a los análisis de brocha gorda que acaban pareciéndose más a los exabruptos de cuñados que a reflexiones políticas. El caso es aún más sangrante cuando se trata de problemas serios que afectan a millones de personas. Es el caso de la inmigración ilegal, de la que ERC hace tiempo que ha tomado la bandera tanto en Cataluña como en el Congreso.

Rufián representa como nadie el sector más izquierdista de Esquerra, hasta el punto de que muchos dicen que encaja mejor en Podemos que en los republicanos. Sea como sea, nunca pierde la ocasión de hacer postureo con las cuestiones sociales. Como acaba de hacer defendiendo la inmigración ilegal con un argumento propio de la barra de un bar.

ERC ha apremiado a la Mesa del Congreso a acelerar el trámite para la regularización de 500.000 inmigrantes ilegales en España. Al analizar el debate migratorio, Gabriel Rufián ha dicho que “si se aplicaran las leyes que quiere el PP y Vox, los dos mejores jugadores de la selección española no estarían jugando en la selección española”.

Se refiere evidentemente a Lamine Yamal y Nico Williams. Lamine Yamal es de padre marroquí y madre guineana, aunque él nació en Esplugues de Llobregat y creció en un barrio conflictivo Mataró, Rocafonda. Los padres de Nico Williams son ghaneses y entraron en España de forma ilegal tras una larga travesía por el desierto del Sáhara y saltando la valla de Melilla.

Un debate pervertido

Gabriel Rufián no es el primero que utiliza a Lamine Yamal y Nico Williams para defender las bondades de la inmigración. Algo que pervierte el debate de fondo, que tiene que ver con los retos y desafíos que plantea cualquier oleada migratoria sin ningún tipo de control. En todo caso, Lamine Yamal y Nico Williams representan una parte de la inmigración, legal o ilegal, que progresa en la sociedad en base al respeto y se convierten en ejemplos de integración.

Pero tomar la parte por el todo y esconder una parte de la inmigración ilegal que causa problemas de seguridad y de intergración es pervertir un debate que merece toda la seriedad. Y esto va en contra incluso de la inmigración que como los Lamal y los Williams sí cumplen las reglas y se integran.