La revuelta de los agricultores estalla en la cara de la Generalitat

La revuelta del campo ha llegado a Cataluña, y este miércoles los agricultores prevén colapsar las entradas a Barcelona y dirigirse hasta la Conselleria d’Acció Climática, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat. Forma parte del descontento del sector primario en el resto de España y en Europa. Estalla así una nueva crisis en las narices del Govern, acorralado por los problemas.

Agricultores y ganaderos piden simplificar los trámites burocráticos, reciprocidad en las importaciones, y precios adecuados a los costes. Este martes se han concentrado en varios puntos de la red viaria catalana, con diferentes cortes que se mantendrán este miércoles y se trasladarán a la capital. La intención es entrar por la Diagonal, la Meridiana y la Ronda Litoral hasta la Gran Vía, donde se ubica la conselleria.

Por su lado, el Govern de Pere Aragonès intenta controlar desde arriba las protestas con guiños a los payeses y la voluntad de recibirlos. Pero llega tarde, y los revoltados culpan al Govern de su parte de culpa. En cuestión de días se han sucedido la crisis educativa, del sector sanitario y del primer sector.

ERC echa balones fuera y apoya a los campesinos

Diana Riba, portavoz de ERC en el Parlamento Europeo, ha argumentado que “uno de los motivos de las protestas son los acuerdos de libre comercio de la UE con otras partes del mundo”. Deja claro que su partido “se ha opuesto a estos acuerdos, que son perjudiciales para el clima, el comercio local y los derechos humanos”. Además, reafirma su compromiso con “un comercio justo, responsable y sostenible, como piden hoy nuestros payeses”.

La dirigente de ERC explica que estos acuerdos perjudican al sector primario “porque los requisitos aplicados a los productos importados son más bajos que los requeridos a nivel interno”. Según dice, esto “genera una situación de competencia desleal que perjudica a los agricultores europeos”. Señala que muchos de ellos se ven obligados a vender por debajo del precio de coste a causa del oligopolio de los grandes distribuidores.

ERC hace lo mismo que hizo con la crisis de las batas blancas, alegar que las demandas del sector no eran competencia de la Generalitat. En aquella ocasión echó las culpas al Gobierno, esta vez a la Unión Europea. Pero la realidad es que la administración más próxima de los agricultores catalanes es la Generalitat, y por eso hoy se manifiestan delante de la Conselleria d’Acció Climática, Alimentació i Agenda Rural.

Críticas de los revoltados al Govern

Pese a los intentos de Esquerra de sacarse las culpas de encima, los comentarios al hilo de Diana Riba dejan claro que los payeses no lo ven así. Le recriminan que ERC votara en Europa a favor de la Ley de la Restauración de la Naturaleza: “Por descontado que un partido en coalición con los verdes nunca podrá apoyar la payesía”.

Otro afectado afirma que “todos los payeses estábamos en contra de esta ley porque nos perjudica” y le pide que “no nos engañes más”. Acusan a Diana Riba de “favorecer el lobby ecologista happyflower” contra los intereses del sector primario. Estos tampoco se olvidan de la crisis de la sequía, ya que tienen la sensación que al final son los agricultores y los ganaderos quien acaban pagando los platos rotos.