Montaje de fotos de Roger Montañola, Artur Mas i Àngels Chacón, miembros del PDeCAT
POLÍTICA

Réquiem por la antigua Convergencia

El PDeCAT, del poder a la irrelevancia en una década

El PDeCAT anunció el pasado día 3 que debatirá en septiembre si continúa o cierra definitivamente la persiana. Lo que queda de la antigua Convergencia sigue así los pasos de Valents, que anunció lo mismo tras sus malos resultados en las municipales. 

Otros partidos que también han desaparecido en los últimos años son CiU como coalición electoral, Unió -con un pasivo de 20 millones de euros- e Iniciativa per Catalunya, engullida por los Comunes, con nueve.

La última tentativa de resurrección fueron en las elecciones generales del pasado 23 de julio, donde se presentó con la marca ‘Espai CiU’ (Espacio CiU) en recuerdo de tiempos mejores. 

Las cifras no acompañaron y pasaron de cuatro diputados a cero. Apenas 31.000 votos, el 0,12%. Era la última oportunidad.

El cabeza de lista, Roger Muntañola, admitió sin ambages que “no es el resultado que esperábamos” y que el PDeCAT “lo asume con todas las consecuencias”. Muntañola ni siquiera era militante del partido, sino que encabezaba la candidatura como “independiente”. 

Ex-portavoz de Unió en el Parlament -el más joven en su momento- se pensó en él como revulsivo. Con experiencia en tertulias y sin pelos en la lengua, era partidario de dejar atrás el proceso. Además, tenían el 100% de los derechos electorales, lo que les permitía ir a los debates de TV3.

Primer plano de Roger Montañóla

Pero los herederos de Convergencia, junto a Junts, han pasado en una década del poder a la irrelevancia. En efecto, en el 2010 Mas tenía 62 diputados en el Parlament -la mayoría absoluta es de 68-; Xavier Trias había alcanzado la alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona en las elecciones de mayo del 2011, una asignatura que se resistía a la coalición desde hacía más de treinta años.

Y, por si fuera poco, habían obtenido 16 escaños en Madrid, con Duran de cabeza de lista en las elecciones de noviembre del mismo año. No solo gobernaban en la Generalitat sino también en el Ayuntamiento de Barcelona y, solos o con Esquerra, en las cuatro diputaciones catalanas. Nunca un partido acumuló tanto poder en Cataluña.

La coa empezó a torcerse con la ruptura de CiU a causa de las tensiones del proceso. El 18 de junio del 2015 salió Josep Rull, entonces número tres del partido, como “coordinador general”, y anunció que “el proyecto político de CiU ha acabado”. Rull, tras haber estado más de tres años en la cárcel, ha acabado de presidente del consejo nacional de Junts, un cargo más bien honorífico.

Convergencia empezó entonces a sufrir escisiones como Lliures (Antoni Fernández Teixidó) o Convergents (Germà Gordó). La última fue del Partit Nacionalista Català (PNC), fundado por Marta Pascal, antaño la número dos del partido, que apenas alcanzó los 5.000 votos en las elecciones al Parlament del 2021.

Pero el golpe definitivo fue la sentencia del caso Palau, que obligaba al partido a pagar más de seis millones de euros. El Supremo confirmó definitivamente la sentencia en el 2020.

Por eso buscaron una nueva marca no vinculada a un caso de corrupción y crearon un nuevo partido en el congreso del 2016. 

El parto no fue tampoco fácil: la dirección propuso dos nombres “Més Catalunya” y “Catalans Convergents”. Los delegados rechazaron ambos. Al final se optó por Partit Demòcrata Català, a semejanza de los demócratas americanos.

Pero el Ministerio del Interior tumbó el nombre por ser similar a Demòcrates de Catalunya, la escisión de Unió, y se le añadió en medio la palabra “Europeu”: PDeCAT. Ernest Maragall ya había inscrito también en su día el Partit Català d’Europa.

En las elecciones del 2021 quedaron fuera del Parlament con 77.000 votos, con el 2,72% ni siquiera llegaron al 3% mínimo. La cabeza de lista, Àngels Chacón, fue elegida por primarias en noviembre del 2020. Semanas antes, a principios de septiembre, Quim Torra la cesó como consejera de Empresa. 

La candidata del PdeCAT a la Presidencia de la Generalitat, Àngels Chacón durante el inicio de campaña del PDeCAT

En alguna ocasión se había fotografiado con el lema “Compromesos amb el PDeCAT”, hasta que en mayo del 2022 fundó un nuevo partido: Centrem. Finalmente, en agosto abandonó la política y dejó colgada la nueva formación. Ahora es directora senior de estrategia en una consultora.

Curiosamente, el PSC pasó por una crisis similar tras perder la Generalitat en el 2010 después de dos tripartitos consecutivos. Perdieron nueve escaños en aquellas elecciones: Pasaron de 37 a 28. Montilla tuvo que irse a casa, pero intentó una transición ordenada. La prolongación en el tiempo agravó la crisis.

Sin embargo, ahora han obtenido 19 diputados en el Congreso -con casi el 35% de los votos- y previsiblemente tienen al alcance la Generalitat en las próximas elecciones generales, aunque no será fácil gobernar con un mapa tan fragmentado.

Mientras, sus archirrivales -además de Junts, que es también tiene su origen en CDC, aunque lo nieguen- se acerca a la desaparición

En el fondo, el PDeCAT ha sido víctima del mismo proceso a la independencia que impulsó Artur Mas en su día. Mas ya rechazó ser cabeza de lista en las elecciones del 2021 y, en la última campaña, se acercó a Junts.

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