El golpe de efecto que prepara Pedro Sánchez para convencer a Puigdemont

Hay dos cosas que han quedado más que demostradas en la política española en los últimos años. Una, que a Pedro Sánchez no se le puede dar por muerto nunca. Y dos, que el actual presidente en funciones del Gobierno está dispuesto a todo para seguir agarrado al poder. Ahora, el líder del PSOE prepara un golpe inesperado para hacer realidad sus aspiraciones de seguir 4 años más en la Moncloa.

A pesar del toma y daca habitual en los procesos de negociación, Pedro Sánchez puede dar por prácticamente seguros los votos de los socios que ha tenido en la última legislatura. Gesticularán más o menos, pero partidos como Bildu, ERC o el BNG no pondrán en peligro la investidura del candidato socialista. Tras perder un diputado en favor del PP con el recuento del voto exterior, el PSOE necesita ahora que Junts dé su ‘sí’ y no basta con su abstención.

Los equilibrios que tiene que hacer Junts entre su sector pragmático y su sector más radical lo convierten en un partido imprevisible. Ya quedó demostrado cuando decidieron abandonar el Govern tras sus desavenencias con Esquerra. Otro ejemplo son las primeras reivindicaciones que han puesto sobre la mesa: la amnistía y la autodeterminación. Dos elementos que difícilmente el PSOE podrá cumplir.

Ante esta situación, Pedro Sánchez parece dispuesto a dar un golpe sobre la mesa para asegurarse el visto bueno del partido de Puigdemont a su investidura. Sabe que tendrá que ceder hasta cierto punto, siempre calculando hasta dónde puede llegar. Ya lo hizo cuando decidió indultar a Junqueras, Turull, Romeva y compañía. Y parece que ahora volverá a jugar al límite.

Un pacto en Barcelona para convencer a Junts

Según El Confidencial, el as que guarda debajo de la manga Pedro Sánchez sería ofrecer a Junts entrar al gobierno municipal de Barcelona. Según este periódico, tanto ERC como Comuns temen que Jaume Collboni termine ofreciendo a los de Puigdemont gobernar conjuntamente la capital catalana.

Actualmente, el alcalde de Barcelona gobierna con solo 10 concejales y es evidente que, tarde o temprano, necesitará algún socio estable. Ada Colau ya presentó su oferta. Ernest Maragall tampoco ha cerrado la puerta a la posibilidad de pactar con Collboni. Pero ahora, según El Confidencial, unos y otros temen que pactar en la capital de Cataluña sea una de las contrapartidas que ofrezca Sánchez a Puigdemont.

Siempre según El Confidencial, el empresariado catalán daría su visto bueno a esta vía, conocida como sociovergencia. De hecho, el modelo de ciudad coincide en muchos aspectos. Eso sí, el mismo digital apunta que, por ahora, las posiciones están muy alejadas. 

Recordemos que parte del distanciamiento entre socialistas y Junts se acentuó tras la jugada del PSC de pactar con Ada Colau y el PP para arrebatar la alcaldía a Xavier Trias. El candidato procesista había llegado a un acuerdo con ERC para gobernar en Barcelona, pero Collboni se adelantó con este pacto a tres bandas que lo proclamó alcalde.

En cualquier caso, y aunque catalogan de improbable un acuerdo final, no deja de ser significante que se ponga sobre la mesa esta posibilidad. Y más que Comuns y ERC teman que se acabe dando.

Políticamente, parece evidente que Junts tiene poco que ganar con este pacto. Pero tras quedarse sin Govern, sin las diputaciones de Barcelona, Tarragona y Lleida y sin ciudades como Barcelona o Reus, la formación de Carles Puigdemont ha perdido muchas cuotas de poder y ha quedado tocada económicamente hablando.