La reflexión antes de la tormenta
Tras quince días llenos de actos, promesas, reproches y debates, la política catalana vive una tregua antes del 12-M
Ya está. Se acabó. La campaña electoral ya ha finalizado. Atrás quedan unos debates aburridísimos, políticos repitiendo las mismas proclamas día sí y día también y unas encuestas que ya hace días que dejamos atrás por una ley electoral que debería modernizarse. Hoy, toca reflexionar.
Este sábado se acaba el bombardeo de información, promesas, reproches entre partidos y mítines que básicamente interesan solo a amigos, familiares y militantes. Tras quince días de locura, llega el momento de echar el freno. Sobre todo por parte de unos políticos que, tras ir arriba y abajo dando entrevistas, hablando en actos y asistiendo a debates, hoy se toman un descanso que también nos merecemos los ciudadanos.
Un descanso, el de los políticos, que solamente perturbará el hecho de asistir a la ya tradicional foto conjunta que se hacen los candidatos y que el domingo por la mañana veremos en La Vanguardia y algún otro periódico. Después de esto, llegará el domingo y ya lo saben: que si es importante ir a votar, que la gente no se quede en casa y otras proclamas habituales de una jornada electoral.
Dicen que las campañas realmente sirven de poco. Sin embargo, todos los sondeos, trackings, estudios y demás señalan la existencia hasta el último día de una bolsa importante de indecisos. Una bolsa de gente que, dicen, son los que terminarán de decantar la balanza en las múltiples luchas que mantienen los partidos para este 12 de mayo. Como si no tuvieran suficiente con dudar hasta casi el último minuto para que encima les pongamos esta presión encima.
Ya solo faltan horas para saber de cuánto ganará Illa (si es que Puigdemont no lo acaba pillando), hasta donde llega la caída a los infiernos de ERC, Comuns y la CUP, quién se llevará la batalla por el cuarto puesto entre Vox y el PP y si, tal y como decían todas las encuestas, la Aliança Catalana de Sílvia Orriols se confirma como la gran sorpresa de electoral.
En cualquier caso, mañana será el día clave. El momento en que, a lo largo de 12 horas, los catalanes se expresarán en las urnas para decidir su futuro. Normalmente este futuro se consideraban cuatro años, pero ya hace tiempo que las legislaturas en Cataluña duran menos. Esta vez, incluso, podría ser que durase apenas unas semanas y volvamos a votar en otoño. Pero esto ya es adelantarse demasiado. Mañana toca votar y hoy reflexionar.
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