Agencia Por qué ha caído el Gobierno holandés: Las 10 medidas de Wilders contra la inmigración
La llegada de extranjeros al país, la mayoría de origen islámico, se ha multiplicado un 20% en los últimos años
La prensa generalista se ha hecho eco estas últimas horas de la caída del Gobierno de los Países Bajos. Tras la salida de los soberanistas de Geert Wilders, el primer ministro conservador, Dick Schoof, ha anunciado elecciones inminentes. Los análisis, como era de esperar, se centran en el “ego” y la “irresponsabilidad” del “ultraderechista” Wilders.
El gobierno holandés ha colapsado por las políticas migratorias | Europa Press
En realidad Geer Wilders ha roto la coalición tras no aprobarse su contundente plan para frenar la inmigración. Con su decisión ha conseguido retratar al resto de partidos de la coalición. Y de paso convertir las próximas elecciones en un referéndum sobre la inmigración.
Hay que recordar que el último gobierno cayó precisamente por la gestión de la crisis de refugiados. En los últimos años ha habido un incremento de casi el 20% de la inmigración, que ha provocado un shock en un país de 18 millones de habitantes. Los Países Bajos han acogido 65.000 refugiados, y hay un 10% de nacidos en el extranjero y un 5% de irregulares.
A ello se le suma que la mayoría son de origen islámico (Turquía, Surinam y Marruecos), lo cual crea un choque cultural. Wilders ganó las elecciones con dos millones y medio de votos gracias a sus propuestas sobre inmigración.
Por eso considera que la no aprobación de su plan contra la inmigración vulnera el acuerdo de gobierno.
Las 10 propuestas de Wilders sobre la inmigración
Geert Wilders consiguió que el gobierno de coalición formado por cuatro partidos asumiera su orientación antimigratoria. Pero hace unas semanas quiso dar un paso más. Presentó un plan para impulsar la política migratoria más restrictiva de la UE, con los siguientes puntos:
- Desplegar al ejército en la frontera del país para impedir la entrada de irregulares.
- Rechazar automáticamente todas las solicitudes de asilo.
- Suspender la reunificación familiar de refugiados con estatus reconocido.
- Expulsar a los refugiados sirios con visado temporal, ya que su país es ahora seguro.
- Aplicar deportaciones por la comisión de un solo delito: “una falta y fuera”.
- Cerrar los centros de acogida para personas demandantes de asilo.
- Reducir el número de refugiados aceptados a través de organismos internacionales.
- Limitar la duración de los visados temporales y derechos asociados.
- Reintroducir controles fronterizos en el espacio schengen.
- Salir de tratados europeos que obstaculicen estas medidas.
El plan de Wilders contra la inmigración generó controversia porque podría vulnerar derechos humanos y tratados internacionales. Esto motivó el rechazo de sus propios socios de gobierno. Ahora los holandeses tendrán que votar en función de la adhesión o el rechazo a este plan.
La inmigración tensiona la política europea
Wilders representa el extremo más radical de la nueva derecha, cuyos postulados son a menudo difíciles de asumir por el centroderecha liberal clásico. Lo que ha ocurrido en Países Bajos no es tan extraño, y forma parte de la tensión que está generando el debate migratorio en Europa. En España, sin ir más lejos, Vox rompió los gobiernos autonómicos por la política migratoria del PP.
Entre los dos extremos se está imponiendo una solución de consenso liderada por la primera ministra italiana Giorgia Meloni. Sus propuestas para un mayor control de los flujos migratorios ha conseguido forzar un cambio de paradigma en la UE. Incluso los socialdemócratas daneses han acompañado su petición de más soberanía para que los países puedan decidir sobre inmigración.
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