Raül Romeva reaparece y los propios indepes lo destrozan a críticas

Durante mucho tiempo, Raül Romeva fue uno de los “presos polítics” con más reputación entre el independentismo. Pero el exconseller y ahora vicesecretario en el Govern de ERC ha acabado como el resto de sus compañeros del Procés. Es decir, repudiado y acusado de “mentiroso”, “traidor” y, claro, “botifler”.

Todo viene porque en la televisión catalana, Romera dijo que “cuando se banaliza la falta de respeto, la mentira y las fake news, se alimenta la desafección política”. Este, a su parecer, es el “paso previo a la antipolítica” que permite “que la extrema derecha se consolide”. Los comentarios no se han hecho esperar.

Le echan en cara que son ellos, los partidos procesistas, los que alimentan la desafección mintiendo a los electores. “La desafección política viene del botiflerisme, los mentirosos y los chupasillas de ERC”, es uno de los comentarios. Es una muestra más de la indignación de las bases contra los líderes procesistas.

Romeva, señalado

No es la primera vez que Raül Romeva tiene que enfrentarse al escarnio público. En mayo de este mismo año, fue abucheado e increpado a su llegada a la Ciutat de la Justícia para apoyar a dos testigos del caso Pegasus, entre ellos su mujer Diana Riba. Los concentrados le llamaron “botifler” y “provocador”.

Lejos de rebajar la tensión, los acuerdos de ERC y Junts con el PSOE han acabado por caldear el ambiente. Hace tiempo que los votantes independentistas se sienten defraudados por los líderes de los partidos, sobre todo Esquerra y los postconvergentes. Los pactos con los socialistas no hacen más que confirmar esa sensación.

“La desafección política la generáis vosotros solitos con vuestro reparto de cargos, con la incompetencia y la falta de empatía. La ultraderecha se aprovecha, pero no es la causa”, afirma un tuitero. “La desafección la habéis creado vosotros”, le dicen, “no busquéis más culpable”.

Nuevos liderazgos

En los comentarios le dejan claro a Romeva que el tiempo de ERC y de Junts ha acabado. Efectivamente, el procesismo se ha instalado en la decadencia que anuncia el fin de los partidos y el nacimiento de nuevos liderazgos. Ahora habrá que ver como se consolidan estas nuevas propuestas.

La realidad es que en las últimas citas electorales ERC, Junts y la CUP han perdido muchos votos. La abstención podría transformarse en nuevas propuestas políticas articuladas en torno a una idea, la vía unilateral a la independencia. Este espectro va desde la sociedad civil, con la ANC como motor, hasta los identitarios de Aliança Catalana.

Entre las críticas a Raül Romeva se puede leer un tuit que resume el ideario de muchos votantes de Aliança: “Hartos de delincuentes, okupas, impuestos abusivos, wokismo, comedoras, inútiles cobrando de millonarios”. Y es que el partido de Sílvia Orriols nació para dejar el procesismo atrás, pero también para regenerar Cataluña.