Mònica Sales en un mítin

POLÍTICA

Quién es Mònica Sales, la nueva mujer fuerte de JxCat y candidata por Tarragona

Bien situada en el entorno de Puigdemont, Sales es mayormente desconocida pero atesora peso interno en Junts

Pensar en Junts per Catalunya es pensar en su mesiánico y todopoderoso líder, Carles Puigdemont. La campaña personalista de la formación, centrada en el retorno del ‘expresident’ tras seis años y medio en Bélgica, contribuye a ello. Sin embargo, otros nombres constituyen la segunda fila ‘juntaire’: Jordi Turull, Josep Rull, una menguada Laura Borràs, Albert Batet o Míriam Nogueras, por poner varios ejemplos.

Son pocos, muy pocos, los que señalarían uno de los rostros que, en cambio, atesora un peso interno creciente dentro de la formación. Se trata de Mònica Sales de la Cruz, diputada por Tarragona desde 2017 y cabeza de lista de Junts en esta circunscripción el próximo 12 de mayo. Pese a su posición interna, es cierto que su visibilidad pública no es proporcional, pese a que ocupa, desde 2021, la portavocía de su grupo en el Parlament.

Que el papel de Sales en Junts es muy valorado lo demuestra su carrera ascendente en muy pocos años. Bien conectada con Carles Puigdemont, alineada en el sector de Jordi Turull y Albert Batet y con mano izquierda para la gestión interna y las relaciones externas en el Parlament, Sales podría ver aumentado su protagonismo la próxima legislatura. Echemos, pues, un vistazo a su vertiente política y también a la más personal.

Mònica Sales, una desconocida para el gran público

A pocos meses de cumplir 41 años, la implicación política de Sales es relativamente reciente: arrancó en 2015. Antes, esta doctora en Filología Catalana natural de Jesús —entidad municipal descentralizada (EMD), antigua pedanía, de Tortosa— estaba plenamente dedicada a la vida universitaria. Tras terminar sus estudios filológicos en 2007, se incorporó como docente en la tarraconense Universitat Rovira i Virgili (URV).

Su especialidad es la etnopoética, es decir, el estudio de la literatura oral y popular catalana. De hecho, su tesis doctoral, defendida en 2012, versa sobre esta cuestión en el siglo XIX. Su actividad universitaria fue intensa hasta 2015, incluyendo estancias en centros extranjeros, como la Universidad del Algarve, en Portugal.

Pero un rápido vistazo a las redes sociales públicas de Mònica Sales permite observar una buena pincelada de su vida más personal. Una de sus pasiones es invertir tiempo con su hijo Guerau, de once años. Tanto, que en sus primeros años como diputada, explicó en el ‘Diari Ara’ que no había dormido en Barcelona ni una sola noche: iba y volvía diariamente desde su pueblo, Jesús, a dos horas y casi 200 kilómetros de la capital catalana.

Además, hace unos meses explicó públicamente en X otra de las aristas clave de su vida privada. Su padre sufre la enfermedad de Alzheimer. “Miro a mi padre y siempre pienso que "morirá" dos veces: de mente y de cuerpo. Y que le apoyaremos todos los días”, escribía entonces. De hecho, el vínculo de Sales con su progenitor tiene una relevancia política que ella misma ha explicado: su implicación responde, en parte, a la que en su día tuvo su padre.

Primer plano de Mònica Sales

Sales, de concejala pedana a portavoz parlamentaria en seis años

Y es que José Sales había sido concejal en la EMD de Jesús durante años. En 2015, su hija Mònica tomó su relevo y decidió dar un paso inédito en su vida. En ese momento, hace menos de nueve años, asumió el cargo de concejal en esta pedanía de 3.700 habitantes.

Sin embargo, su ascenso interno fue rápido y fulgurante. En 2017, aún en el PDeCAT pero ya a través de la primera plataforma bajo el nombre de Junts, Sales fue elegida diputada en el Parlament. Tras dos años como edil en su pueblo, concurrió a los comicios como número 4 por Tarragona.

Su primera legislatura en el Parlament le permitió situarse en el entorno de Albert Batet, uno de los hombres de confianza de Carles Puigdemont. A la vez, tejió buenas relaciones con parlamentarias con un perfil similar al suyo, de peso creciente en sus grupos. Sales goza de buena relación, por ejemplo, con la republicana Raquel Sans o la socialista Alícia Romero.

Primer plano de Albert Batet sonriendo

Mujer fuerte de Junts en el Parlament

Su ascenso y su peso interno cristalizaron en 2021 cuando, con el arranque de la nueva legislatura, fue designada portavoz de su grupo. Se trata de uno de los cargos parlamentarios de más responsabilidad, y lo asumía pasando por delante de otros nombres como Francesc de Dalmases, del sector ‘borrasista’, que también optaba al cargo. Era una primera victoria del ‘turullismo’, sector en el que se sitúa Mònica Sales.

Y es que la portavoz ‘juntaire’ se sitúa en la órbita de Turull y Albert Batet y cuenta con la confianza del gran líder del partido, Carles Puigdemont. Prueba de ello fue el reciente conflicto con Cristina Casol, diputada del sector Borràs que se enfrentó a la dirección del grupo y, concretamente, a la tríada Turull-Batet-Sales. Casol apuntó públicamente a la portavoz parlamentaria como una de las voces que se opuso a ella y que, en definitiva, defendió a capa y espada la línea oficialista del partido.

Tras un ascenso rápido y la consolidación de su figura en la pasada legislatura, Mònica Sales tiene todo los números de ganar poder y visibilidad en el próximo mandato. Pese a que la volatilidad y la división interna del espacio ‘juntaire’ disuade cualquier pronóstico, todo apunta a que Sales está destinada a ser uno de los rostros del partido de Puigdemont en el próximo ciclo político.

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