La vicepresidenta de la Generalitat, Laura Vilagrà, comparece para explicar los presupuestos 2024 de la Conselleria de Presidencia, en el Palau de la Generalitat, a 29 de febrero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España)

POLÍTICA

Quién es Laura Vilagrà, la dos de Aragonès con una sufrida vida privada

La actual vicepresidenta entró en política con 23 años y fue elegida hace 4 años como segunda por parte de Junqueras

Laura Vilagrà, actual vicepresidenta de la Generalitat, vuelve a ser la número dos de Pere Aragonès. Hace tres años sorprendió la elección de una cara desconocida para el gran público, aunque con larga trayectoria dentro de ERC. Fue Oriol Junqueras quien la eligió a dedo como la segunda de Aragonès, aunque los dos máximos dirigentes del Govern se conocían desde hace años.

Si algo une a la vicepresidenta con el president es su currículum. Casi toda la vida laboral de Vilagrà ha estado ostentando un cargo público. Nacida en Santpedor en 1976, fue elegida alcaldesa con tan solo 23 años y a los 27 ya era alcaldesa. Licenciada en Ciencias Políticas, cursó un máster en dirección pública, como han hecho otros jóvenes políticos con larga carrera.

En Santpedor estuvo de alcaldesa tres mandatos, cargo que compaginó como diputada entre 2006 y 2011. Allí trabajó codo con codo con Pere Aragonès, aunque tampoco tuvieron una relación muy íntima. Una vez finalizada su etapa como alcaldesa en 2015 fue designada Delegada del Govern a la Catalunya Central, uno de esos cargos de creación de la Generalitat y con un sueldo de directivo.

Con la llegada del 155 a finales de 2017, Laura Vilagrà se vio sin trabajo y tuvo su primera experiencia en la empresa privada. Asumió la gerencia de la Fundació Tutelar Santa Maria de Comabella, en Manresa, y fue gerente también del Consejo Comarcal del Bages.

Primer plano de Laura Vilagrà de ERC con una bandera catalana de fondo en una rueda de prensa

Vilagrà, sin embargo, volvió a la política el 2021, cuando recibió la llamada de Oriol Junqueras para ser la número 2 de Pere Aragonès. Tras quedar segundos y gracias al pacto con Junts, la de Santpedor fue nombrada consejera de la Presidencia.

La actual vicepresidenta se define como una mujer ecologista y feminista, pese a que siempre ha querido priorizar su perfil de gestora. Su obra desde presidencia quedó manchada por el caos en la gestión de las oposiciones para convertir interinos en funcionarios en mayo de 2023. Hubo retrasos de horas, problemas de identificación, clases masificadas y cancelaciones. Tal fue el desastre que se repitieron las pruebas.

Vilagrà intentó señalar a la empresa a la que subcontrató la gestión -pese a contar con miles de funcionarios- pero no se ahorró las exigencias de dimisión. ERC se quedó sola defendiendo a su consejera, que se salvó porque la cultura de la dimisión brilla por su ausencia en Cataluña.


Laura Vilagrà, una vida privada marcada por la maternidad

 En una entrevista en Cambra de Tardor, Laura Vilagrà confesó la experiencia más dura y difícil de su vida: su primer embarazo. En la semana 21, embarazada de gemelas, tuvo un aborto espontáneo.

Imagen de Laura Vilagrà de ERC subiendo las escaleras del palacio de la Generalitat

La propia Vilagrà explicaba que por aquel entonces era diputada y alcaldesa y que tuvo que "pagar un ritmo excesivo y no saber parar a tiempo". Durante este parto nació su primera hija, que no sobrevivió, pero le pararon las contracciones para que no naciera la segunda. Los médicos le avisaron que era muy peligroso, pero ella sintió el movimiento de su hija dentro y decidió aguantar.

Estuvo semanas en la cama, sin moverse, hasta que en la semana 27 nació Arlet. Pesaba tan solo 870 gramos y medía 32 centímetros. Tras dos meses en la incubadora, pudieron irse a casa. Ahora, Laura Vilagrà tiene dos hijas, está separada y comparte la custodia compartida de las pequeñas.

Laura Vilagrà ha sido la voz de Aragonès en el caso Pegasus, en la gestión fallida de los Juegos de Invierno o en las negociaciones de los presupuestos. ui figura ha tenido menos desgaste que la de otros consejeros, es cierto, aunque tampoco ha sabido brilla en exceso, como el propio Aragonès. Ahora, afronta también un match ball, pese a tener asegurada una silla en el Parlament. Algo es algo.

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