Primer plano de Jordi Martí Grau con gafas y llevando una bufanda de color negro
POLÍTICA

Quién es Jordi Martí Grau: de pasar por tres partidos a ser hundido en redes sociales

Tras toda una vida a costa de erario público, Jordi Martí Grau ha sido muy cuestionado en los últimos días

Jordi Martí Grau ha sido duramente criticado esta semana. Este experto en colocarse en la administración lleva casi toda su vida viviendo del erario público. Más allá de ir empalmando cargos, en su currículum figura el paso por tres partidos políticos diferentes. Algo que le ha permitido desarrollar gran parte de su carrera profesional a costa del dinero de todos.

Jordi Martí Grau es actualmente Secretario de Estado del Ministerio de Cultura. Por su papel como mano derecha del ministro catalán Ernest Urtasun, nuestro protagonista cobra la nada despreciable cifra de 83.500 euros brutos anuales. Sin embargo, la carrera de este licenciado en ciencias de la educación en la administración pública viene de lejos.

Plano medio de Ada Colau llevando una rosa al lado de Jordi Martí Grau con camiseta gris

Del PSC a los Comuns, pasando por ERC

Empezó en 1996, es decir hace casi 30 años, ejerciendo de coordinador del Plan estratégico de cultura del Ayuntamiento de Barcelona. Por aquel entonces era del PSC y rápidamente ascendió en la escalera jerárquica del consistorio de la capital catalana. Entre las funciones que desempeñó en los años siguientes de la mano de los socialistas fue las de gerente del ICUB -el Instituto de Cultura de Barcelona- (1999-2013) y las de Delegado de Cultura (2006-2011).

De 2011 a 2014 fue concejal del PSC en el Ayuntamiento y llegó a sustituir a Jordi Hereu al frente municipal del partido. Entonces se postuló para liderar a la formación en Barcelona, pero perdió las primarias frente a Jaume Collboni. Sin embargo, esta derrota no fue un punto y final para la trayectoria política Jordi Martí Grau. Al contrario, fue un punto de inflexión para relanzar su carrera en la cosa pública.

Apartado de la primera línea del PSC, en 2015 se sumó a Moviment d'Esquerres, una de aquellas escisiones de los socialistas catalanes que apostaban por flirtear con el 'procés'. Esa plataforma acabó uniéndose en coalición con Esquerra Republicana, a la que no le fueron precisamente bien las cosas en las elecciones municipales de ese año (4 concejales). Pero nuestro superviviente todavía tenía mucho que decir.

Plano medio de Jordi Martí Grau hablando en un atril con el logo de Barcelona En Comú y un fondo de color rojo

Y es que Ada Colau, que ganó aquellas elecciones, lo fichó como gerente del Ayuntamiento de Barcelona. Premio gordo porque es un cargo que suele estar remunerado alrededor de los 100.000 euros brutos anuales. Pero el afán de Jordi Martí Grau de aferrarse al erario público no termina aquí precisamente.

Tras toda la legislatura como gerente, en el siguiente mandato volvió a obtener un cargo muy bien remunerado. Una vez celebradas las municipales de 2019 y con Ada Colau de nuevo en el gobierno barcelonés, nuestro protagonista (que ese año se afilió a Barcelona en Comú) pasó a ser concejal de Presidencia, Economía y Presupuestos del Ayuntamiento. Actualmente, los concejales en la capital catalana tienen un sueldo aproximado de 87.000 euros brutos anuales.

Pero poca broma, que en ese mandato, Jordi Martí Grau acabó asumiendo más funciones: sexto teniente de alcalde, presidente de la comisión del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona, concejal de Cultura, Educación y Ciencia, de nuevo presidente del ICUB. Total, que llegamos a 2023 y nuestro protagonista se había convertido en uno de los hombres fuertes del núcleo protegido de Ada Colau.

Ser fiel a la ya exalcadesa tuvo su recompensa a finales de 2023. Una vez los Comuns perdieron la alcaldía de Barcelona, Jordi Martí Grau fue recompensado con su actual cargo, secretario de estado de Cultura. Con este currículum, pues, no es de extrañar que la ciudadanía apueste por fiscalizarle. Y esto es lo que ha pasado esta semana.

Polémica en redes sociales

Dicen que es de mal nacido no ser agradecido. Y esto es un poco lo que ha pasado con Jordi Martí Grau esta semana. A pesar de venir del PSC, de haber gobernado junto a ellos en los ejecutivos con los Comuns en Barcelona y ser actualmente secretario de estado de un Gobierno de coalición formado por el PSOE y su partido, Sumar, nuestro protagonista optó por criticar con dureza a Jaume Collboni, actual alcalde socialista de Barcelona.

"Collboni se parece cada vez más a Joan Clos. No termina de entender la ciudad, le gusta el cargo, pero de momento no dibuja ni proyecto ni alianzas. Una lástima", escribía Jordi Martí Grau en sus redes sociales. Y claro, los usuarios no tardaron a señalarle sus incoherencias.

"Tendrías que reclamar a los que lo votaron para que llegase a alcalde" (es decir, su propio partido), decía uno. "¿Qué votaste tú en el pleno de investidura, Jordi?", reclamaba otro. "Puro resentimiento con 'tú' PSC", le reprochaba otro. "Tu demagogia no tiene límites", le recordaban también.

Jordi Martí Grau, pues, es un ejemplo palpable de la capacidad de cambio que algunos políticos tienen. Su viaje a través de diferentes partidos demuestra con que facilidad algunos viven durante décadas del sector público. Aunque, claro, eso no evita que después te lluevan las críticas según qué acabas diciendo.

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