Qué se juega Cataluña en las elecciones europeas del 9 de junio
Aunque parezcan unos comicios poco relevantes, hay bastantes cosas en juego
Llegan unas nuevas elecciones tras el 12 de mayo y la sensación de hartazgo empieza a sobrevolar en Cataluña. A la gente le cuesta encontrar motivos para ir a votar el 9 de junio, y aunque cueste encontrarlos, hay algunos. Es evidente que tras las elecciones catalanas, las europeas confirmarán algunas tendencias, pero vayamos por partes.
El procesismo se la vuelve a jugar el 9 de junio. ERC afronta los comicios con los nervios evidentes tras tres batacazos electorales y con la necesidad de parar el golpe. Se presenta junto a Bildu y el BNG y parece que tiene asegurados 3 escaños bajo la marca 'Ahora Repúblicas', pero su resultado será escrutado en Cataluña.
En 2019 consiguió más de 730.000 votos, en unas elecciones marcadas por la coincidencia con las municipales y por la sentencia del Procés. Oriol Junqueras era el candidato republicano y Puigdemont el cabeza de cartel de Junts, de modo que el procesismo fue con todo.
Es casi imposible que Esquerra aguante el resultado, del mismo modo que Junts sufrirá sin Puigdemont. En 2019 sumaron casi un millón de votos y la sensación actual es que la participación será tan baja, que el procesismo puede perder centenares de miles de votos.
Esta es una de las lecturas en clave catalana que tendrá el 9 de junio. Sin la presencia de la CUP ni Aliança Catalana, habrá muchas interpretaciones de la abstención, que será capitalizada por muchos actores.
La pugna entre el PSOE y el PP
Cataluña estará muy pendiente del resultado en el Estado. La victoria del PP parece clara frente al PSOE, pero el resultado final marcará posiblemente un antes y un después. Es en cierto modo un plebiscito sobre Pedro Sánchez, tras su retiro espiritual y la subida de tono con la oposición.
Sánchez se la juega, Feijóo busca ganar con una ventaja cómoda y el procesismo se lo mira de reojo, especialmente Junts. Una derrota dura socialista da alas a Puigdemont para negociar y debilita aún más al presidente del Gobierno. Una victoria de Feijóo lo legitima en su estrategia de acercarse a Junts y al PNV.
El voto en clave europea
En los últimos meses, hemos visto protestas del sector primario contra decisiones políticas que se toman en Europa. El pacto en Bruselas entre izquierda, derecha tradicional y liberales deja casi a Vox como la única voz contraria a estas medidas, de modo que será interesante ver el resultado del partido de Abascal en Cataluña.
Las elecciones del 9 de junio se presentan como un quebradero de cabeza para el procesismo y para Pedro Sánchez. Los primeros parecen condenados a perder votos, aunque Junts confía en mantenerse por encima de ERC. El PSOE se la juega de verdad tras el resultado de Cataluña y es por este motivo que hemos visto a Sánchez con la bandera palestina y haciendo del caso Begoña una cuestión de Estado.
Las elecciones europeas parecen los comicios menos relevantes. Sin embargo, pueden marcar claramente un antes y un después en la política catalana y estatal.
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