Qué pretende Carles Puigdemont con su nuevo anuncio y por qué el PSOE ya tiembla

Carles Puigdemont ha reiterado este lunes sus palabras tras conocerse el resultado electoral: quiere presentarse a la investidura pese a perder las elecciones. Es evidente que el procesismo no gana unos comicios desde 2015 y, en cambio, ha mantenido la Generalitat. Lo que sucede es que nunca antes Junts, ERC y la CUP habían caído hasta los 59 diputados.

Por primera vez, pues, los procesistas no pueden gobernar sin el permiso de otros y Carles Puigdemont pide al PSC, que ha ganado de forma clara, que se abstenga. No es una propuesta creíble, ciertamente. Sin embargo, debemos ir más allá, dejar el árbol y mirar el bosque.

Oficialmente, Carles Puigdemont le dice a Pedro Sánchez que su sucursal en Cataluña, el PSC, se debe abstener. Si el PSOE quiere mantener Moncloa, Junts le exige que se olvide de la Generalitat y que sacrifique a Salvador Illa. Es una jugada arriesgada, digna de Puigdemont.

A priori, es un cara o cruz, un doble o nada. Junts per Catalunya le recuerda a Pedro Sánchez que no tiene nada que perder una vez aprobada la amnistía. Los juntaires deberían sumar a ERC, que no quiere gobernar, y a la CUP, que ha salvado su representación al Parlament por los pelos. No sería solo un pacto de perdedores, sino un Govern procesista en un Parlament que ya no lo es. No tiene sentido alguno.

La verdadera idea de Puigdemont

A corto plazo, nadie tiene interés en hacer caer a Pedro Sánchez. La ley de amnistía aún debe volver al Congreso y hay elecciones europeas en junio. Además, gente del entorno de Junts afirma ya en privado que se trata de una cortina de humo.

Carles Puigdemont sabe que el PSC no se puede abstener porque sería el suicidio político del partido y no solo en Cataluña. Sería una rendición a un procesismo que ha perdido diputados y votos. Sí, Puigdemont sube, pero tan solo 3 diputados.

Lo que realmente busca Junts es alargar el proceso e ir a nuevas elecciones. Buscando el apoyo de ERC lo aleja de un tripartito, la única opción real que suma mayoría, y encamina el Parlament al bloqueo. Puigdemont quiere volver a votar porque la alternativa es irse a casa y porque cree que haciendo campaña en Cataluña puede sacar más votos.

Es su argumento, aunque tras el resultado de ayer queda claro que el Procés, como lo conocíamos, ha acabado. El de Amer sabe que no será president ahora, pero sueña con una carambola que le permita superar en votos al PSC. La alternativa es dejar la política y parece que Carles Puigdemont no está por la labor.

Junts quiere volver a votar en octubre, aunque nos hará ver que buscan cualquier alternativa posible para evitar una repetición electoral. Puigdemont ha olido la sangre de Esquerra y cree que aún puede arañar más votos de los de Aragonès. Además, la otra opción es prejubilarse y parece que no lo contempla ahora mismo.

Sea lo que sea, es una mala noticia para Pedro Sánchez. Si hay tripartito, el PSOE perderá a Junts per Catalunya y la legislatura puede colapsar este mismo 2024. Si hay repetición electoral en octubre, el mismo problema llegará de aquí unos meses. En resumen: la inestabilidad en el Congreso no solo seguirá, sino que irá en aumento. Salvador Illa gana, Pedro Sánchez pierde.