Qué podemos sacar de cierto y qué no de las encuestas de las elecciones en Cataluña

Hoy martes, 7 de mayo, es el primer día en el que ya no se pueden publicar encuestas electorales. La ley dice que así no se condiciona el voto del domingo, pese a que en época de redes sociales ya nada es lo mismo. Lo cierto es que los ciudadanos mundanos no tenemos datos, aunque los partidos grandes siguen haciendo sus trackings diarios.

Por suerte, hay tantas encuestas publicadas, que podremos vivir de ellas hasta el 12 de mayo, cuando los catalanes nos dirán si los sondeos han acertado algo o hay varias sorpresas. Debemos tener en cuenta, además, que los medios de comunicación juegan su papel en estos comicios. Muchos de ellos se juegan millones de euros, otros hasta su viabilidad como empresa privada.

Las encuestas, pues, son también arma electoral, sin ninguna duda. El Nacional, por ejemplo, publicaba un sondeo interno de Junts este lunes con un empate técnico entre Puigdemont e Illa. La idea del diario de Pepe Antich es hacer creer que hay partido, que si se aglutina el voto nacionalista en los juntaires, pueden ganar las elecciones.

Otros, como Nació Digital, nos hacen pensar que la segunda plaza está abierta y que ERC puede ser el primer partido procesista. A Nació le interesa mucho que esto suceda y que Esquerra pueda gobernar. En cambio, el CIS nos mostró un Illa que gana sin bajar del autobús, con la intención de desmovilizar el votante independentista. 

La media de las encuestas reflejan resultados muy parecidos en varias formaciones. Nadie duda que Salvador Illa rondará los 40 diputados y que Carles Puigdemont estará cercano a los 35.

Ahora bien, los números de ERC son muy dispares. Algunos sondeos marcan que pueden aguantar el tipo con 27 diputados, mientras que otros señalan que podrían caer hasta los 21. Esto significaría 12 diputados menos que los que cuenta ahora, un resultado fatídico.

La tendencia de voto

En una cosa coinciden todos los sondeos: el PP y Vox superarán con facilidad a los Comuns y la CUP. Alejandro Fernández, que ahora tan solo tiene 3 diputados, pasará a un grupo parlamentario de entre 10 y 14 escaños, mientras que Vox aspira a mantener sus 11, aunque podría perder un par de sillas en el Parlament.

En cambio, la tendencia de los Comuns y la CUP es muy negativa. Parece que los primeros tienen asegurados los 3 por Barcelona y en alguna otra demarcación, pero la CUP sigue una línea descendente que ha hecho encender las alarmas. Sacar un diputado fuera de Barcelona es más caro (necesitas entre un 4,5% y un 5,5% de los votos), y aquí los anticapitalistas podrían sufrir.

En lo que no se ponen de acuerdo los sondeos es en Aliança Catalana. Los publicados por el CIS y el diari Ara, que son los que han entrevistado a más gente, le dan entre 2 y 7 diputados, pero bordea el 3%, de modo que puede pasar de todo.

En resumen: parece que Salvador Illa ganará, que Carles Puigdemont no llegará a poder empatar con el PSC y que ERC puede sufrir una bajada pronunciada. Aquí encontramos una de las incógnitas: descubrir la magnitud de la tragedia de Pere Aragonès.

Por la zona baja, sabemos que al PP le irán muy bien los comicios y que Vox no debe sufrir demasiado. En cambio, temor en los Comuns y, sobre todo, en la CUP, que sufrirán hasta el domingo. Con el interrogante de la CUP, tenemos también a Sílvia Orriols, que tiene muy cerca el Parlament. De Ciudadanos y Alhora, no hay noticias ni las habrá.