Montaje con fotos de personajes
POLÍTICA

Qué pactos son posibles para formar Govern tras las elecciones catalanas

Ahora mismo solo parece haber una fórmula posible para evitar nuevas elecciones en octubre

La resaca electoral sigue y en algunos partidos es, evidentemente más pronunciada. Hace un par de días que no escuchamos a la CUP, por ejemplo, y los altos cargos de ERC evitan hacer declaraciones tras el tsunami vivido. Es una calma tensa, a la espera de nuevos movimientos y con las elecciones europeas de fondo.

Es previsible que durante esta segunda quincena de mayo pocas cosas se muevan y el tacticismo gane la partida. El 9 de junio volvemos a votar y las heridas existentes pueden hacerse todavía más grandes, sobre todo en Esquerra o los Comuns. 

De momento hemos sido espectadores de las primeras jugadas. El PSC asume que todo pasa por ellos y evita elegir. Salvador Illa contempla todos los escenarios posibles para ser investido president, hasta el de un Govern suyo en minoría. Descartada la abstención para favorecer a Puigdemont, traspasa la responsabilidad a los otros.

Montaje de Puigdemont y Salvador Illa con el proyecto de Hard Rock de fondo

Junts sigue su propia partida de póquer e insiste que les salen los números para investir a Puigdemont. Es una jugada arriesgada, casi imposible, y que pretende arrastrar a ERC a una repetición electoral. Ya sabe que el PSC no se prestará, de modo que solo les queda mantener el bloque procesista para bloquear la política catalana.

Los Comuns, en cambio, son los que ya han rectificado un poco tras sus declaraciones el domingo. Exigían prácticamente un tripartito de izquierdas con ellos dentro y ahora insinúan que podrían votar a Illa desde la oposición. A los de Albiach quizás se les vieron demasiado las ansias de cargo y ahora viran su discurso.

Descartamos, pues, la sociovergencia, porque parece que Junts lo apuesta todo a nuevas elecciones o seguir en la oposición. Aquí entra en juego el PP de Alejandro Fernández, que con 15 diputados ya no es un mero espectador.

De momento, los populares descartan pactar con el PSC mientras Pedro Sánchez siga siendo amigo de ERC y Junts, aunque algo se mueve. Parece que la ofensiva judicial de Feijóo contra la amnistía se suaviza y los cantos de sirena de un acercamiento entre PP y Junts vuelven a sonar, aunque sería a medio plazo.

Si el PP tampoco se presta a una investidura de Illa, no deja de ser en cierto modo un medio favor a Carles Puigdemont, ¿verdad?

Montaje con Salvador Illa con el logotipo del PSC de fondo y Oriol Junqueras con la estelada de fondo

Todas las miradas en ERC

Si asumimos que la CUP es irrelevante y que Vox y Aliança siguen sufriendo un cordón sanitario, todo depende de Esquerra. En su peor momento en una década, los republicanos deben decidir si votan a Salvador Illa o vamos a nuevas elecciones. Así de simple.

No habrá acuerdo entre Junts y el PSC a corto plazo y el PP se niega a votar a Salvador Illa. Solo hay un camino: que los Comuns y ERC invistan al candidato socialista, sea con un acuerdo de gobierno o no.

Esto no va de aritmética. El PSC, el PP y Vox suman 68 diputados, pero no hay acuerdo posible a día de hoy. Socialistas y Junts sobrepasan la mayoría absoluta, pero sería el adiós de Carles Puigdemont y este quiere apurar sus opciones.

A Salvador Illa no le basta con la abstención de ERC, necesita su voto favorable. Y en la calle Calabria ya hay las primeras voces que piden que se deje gobernar al PSC.

De momento, solo sabemos que Esquerra se va a la oposición y descarta formar parte del ejecutivo. La incógnita es si los de Junqueras nos llevan a nuevas elecciones en octubre o regalan la Generalitat a Salvador Illa. Es el único acuerdo posible a día de hoy. Es lo que hay.

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