La candidata de Unidas Podemos a la Presidencia del Govern balear, Antònia Jover, posa tras una entrevista para Europa Press, en la sede de Podemos, a 21 de abril de 2023, en Palma de Mallorca,
POLÍTICA

Qué fue de Antònia Jover

Podemos resiste en Baleares

Imagen del Blog de Octavio Cortés

El partido violeta se resiste a desaparecer en Baleares después de haber sido barrido por los electores en las últimas municipales y autonómicas, donde presentaron una de las candidaturas más cómicas que se recuerda. La encabezaba Antònia Jover, una señora que de modo singularísimo pronunciaba mal todas las consonantes y daba unos discursos dignos del inspector Clouseau.

Todas las caras reconocibles del galapagarismo pasaron por las islas durante la campaña, pero sus esfuerzos y sonrisitas fueron en vano: cuando tomaba el micrófono la señora Jover, el público comenzaba a bizquear y los niños lloraban. La candidatura municipal fue encomendada a una muchacha apellidada Muñoz, de actitud desmayada, que en los mitines se dedicaba a pasear por el escenario mirando al suelo mientras recitaba consignas contra Ferreras que llevaba apuntadas en una libretita.

La candidata Jover logró una aceptación menor que el cáncer de huesos y ahora se ve obligada a presidir una gestora que se dedica a cerrar sedes y despedir trabajadores.

La diputada de Unidas Podemos, Antonia Jover Díaz, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 21 de noviembre de 2022, en Madrid

Todas las luminarias del podemismo local han desaparecido: Balti Picornell regresó a la honestidad de su carpintería y su champú, Alberto Jarabo se pasea por Palma como si la cosa no fuera con él y la indescriptible Sonia Vivas se dedica al lesbo-coaching en YouTube, adelantando con cada video la necesidad del meteorito, o del Juicio Final, o de ambas cosas a la vez (para no dejar flecos sueltos).

Los argentinos con novias veganas, que representaron el 95% del electorado violeta en sus momentos de esplendor, han vuelto a sus partidos de futbito y sus carajales sentimentales. Los camareros votan a Vox y la izquierda se encomienda al yolandismo.

El 15M fue siempre una cosa importada y sospechosa, aquí en las Islas, con su idea de traer las mismas reformas a Formentera que a Valladolid. Muertos Cs y Podemos, el viejo orden de cosas se restablece por pura capilaridad. Cuando Prohens haya acabado con Vox (no parece que vaya a desaprovechar la ocasión) la turbulencia de los últimos años habrá pasado y podremos seguirnos vendiendo a las inmobiliarias y tour operadores, que es lo que siempre nos ha gustado.

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