Qué dicen las últimas encuestas electorales en Cataluña: el foco en Sílvia Orriols

Los partidos catalanes siguen pugnando para mejorar resultados en una de las elecciones más apretadas que se recuerdan en Cataluña. Hasta nueve partidos, contando Ciudadanos, se disputan los 135 escaños de un parlamento catalán que va camino de quedar aún más fragmentado. Todos los partidos están pendientes de la entrada de Aliança Catalana y el impacto que tendrá en los pactos postelectorales.

La última encuesta publicada por el Diario.es da como ganador al PSC de Salvador Illa con una cómoda ventaja sobre el segundo, que sería Carles Puigdemont. Los socialistas obtendrían una horquilla de 37-39 diputados, por 32-34 de Junts, mientras que ERC quedaría en tercer lugar con 27-28 diputados. El PP confirmaría sus buenos pronósticos con hasta 14 diputados, quedando por delante de Vox que empataría a 9 con los Comunes.

La encuesta sigue dando cinco diputados a la CUP, como señalan los últimos sondeos, y Aliança Catalana entraría en el Parlament con hasta tres diputados. El independentismo perdería la mayoría absoluta, ya que incluso tomando la parte alta de la horquilla, ERC, Junts y la CUP sumarían 67 diputados. Necesitarían los diputados de Aliança Catalana para gobernar, pero Esquerra y la CUP han firmado un acuerdo antifascista para no negociar con la formación de Sílvia Orriols.

Un parlament ingobernable

Escaño arriba escaño abajo, las encuestas vienen señalando una misma tendencia y es la difícil gobernabilidad del Parlament que saldrá de las elecciones del 12 de mayo. La única alternativa sería un pacto entre el PSC y ERC, aunque por ahora los republicanos descartan cualquier acuerdo con Salvador Illa. Puesto que el independentismo no suma y no parece probable que Puigdemont invista a Illa, Cataluña avanza hacia el bloqueo político.

El factor a tener en cuenta en el bloque independentista es el impacto de Aliança Catalana, que además de dividir el voto dificulta la formación de cualquier mayoría parlamentaria. ERC y la CUP han establecido un cordón sanitario contra la “extrema derecha”, al que de momento Junts no se ha prestado. Pero, puesto que Puigdemont y Orriols están lejos de la mayoría absoluta, la entrada de Aliança Catalana impediría que el independentismo pudiera gobernar Cataluña los próximos años.

El constitucionalismo tampoco suma, así que la única opción viable sería un gobierno de PSC y ERC, apoyados quizás por los Comunes. Si Pere Aragonès se mantiene en su veto a los socialistas, los catalanes podrían tener que ir a votar otra vez. Junts intenta apretar el acelerador para quedar por encima del PSC, lo cual permitiría presionar a los socialistas para que invistieran a Carles Puigdemont a cambio de garantizar la estabilidad de la legislatura en el Congreso de los Diputados.

La incógnita Pedro Sánchez

Además del factor Aliança Catalana, habrá que ver también como afecta la posible dimisión de Pedro Sánchez en la campaña electoral en Cataluña. Hay quien piensa que el victimismo del PSC podría concentrar el voto de izquierdas y mejorar sensiblemente las expectativas de los socialistas en estas elecciones. Pero también puede tener un impacto negativo en la candidatura de Salvador Illa, ya muy desgastado por el escándalo de corrupción.

Además, la crisis del Gobierno de Pedro Sánchez crea un contexto favorable para PP y Vox, que pueden reforzar su discurso contra la izquierda y el procesismo. En la derecha habrá también una intensa lucha hasta el último instante por el voto constitucionalista, e incluso podrían arañar algunos votantes al PSC. Ciudadanos quedaría fuera del arco parlamentario según todos los barómetros, y la CUP seguiría su tendencia negativa.