Pulso a la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña
Los agentes temen ser moneda de cambio en las negociaciones Sánchez-Puigdemont
Las negociaciones de Pedro Sánchez con Carles Puigdemont tienen muchas aristas, y una de ellas es qué pasará con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña. El portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Cataluña, Alfonso Merino, ha reconocido que hay preocupación entre los agentes. “Creemos que somos moneda de cambio”, ha dicho en declaraciones a La Razón.
Los sindicatos de Policía Nacional y Guardia Civil llevan años denunciando el hostigamiento institucional en Cataluña. Desde 2017, el año del referéndum, se ha producido un éxodo de agentes que ha dejado mermadas a las plantillas en este territorio. Además, se han multiplicado las denuncias por acoso a los uniformados y sus familias.
Los agentes son conscientes de que el tema está en las agendas de ERC y Junts, y temen que sea una de las concesiones del PSOE a los independentistas. El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ya formuló hace unos meses su deseo de que Mossos d’Esquadra y Policía Local sean la “policía única” en Cataluña. Esta realidad está cada vez más cerca.
Cada vez menos competencias
El nerviosismo entre los agentes ha crecido por los movimientos detectados en las últimas semanas. El 25 de julio, el Gobierno emitió una orden para que Policía Nacional y Mossos d’Esquadra se hicieran cargo de la vigilancia en puertos y aeropuertos. Días después, Interior llegó a una acuerdo con la policía autonómica catalana para avanzar en su despliegue en una infraestructura estratégica como es el aeropuerto de El Prat.
Esto coincide con la proyección de comisarías de Mossos en el puerto de Barcelona y en el aeropuerto. Un plan que, según los sindicatos, tiene como objetivo despojar a Policía Nacional y Guardia Civil de las pocas competencias que aún tienen en Cataluña.
Hay que recordar que los Mossos d’Esquadra tienen el monopolio de la seguridad en Cataluña. Policía Nacional y Guardia Civil ya solo tienen competencias en puertos y aeropuertos. A ello se le suma la hostilidad que, según los sindicatos, tienen que sufrir en su día a día en Cataluña.
Concesiones al independentismo
Desde el sindicato de guardias civiles temen que la negociación Sánchez-Puigdemont sea el golpe definitivo. “Con el independentismo, la moneda de cambio es el Estado, y el Estado en Cataluña somos nosotros”, ha dicho su portavoz.
Una de las reivindicaciones históricas de los partidos procesistas ha sido el edificio de la jefatura de Policía Nacional en Vía Laietana. Hasta ahora, el PSOE ha resistido a las presiones. Pero en el Sindicato Unificado de Policía creen que esta vez ERC y Junts conseguirán su presa de caza mayor.
Más allá de la pérdida de competencias está la situación de los agentes que trabajan en Cataluña. Según los sindicatos siguen faltando efectivos porque Cataluña es un destino “poco atractivo” debido a su “situación política, social y económica”. En los últimos años, dicen, “la tasa de reposición ha sido inferior a las vacantes”.
Último bastión del Estado en Cataluña
Los sindicatos advierten de que Policía Nacional y Guarda Civil son lo único que queda del Estado en Cataluña. Cuando ellos desaparezcan, ya no quedará nada. Y la actual situación invita a pensar que esta situación esta cada vez más cerca.
2022 fue un año dramático, sobre todo para la Guardia Civil que perdió un 9,2% de sus efectivos en Cataluña. La fuga de uniformados fue mayor en Lleida y Girona, las provincias donde el independentismo es más fuerte. El éxodo de policías nacionales fue menor, en parte porque su despliegue se centra en una provincia menos hostil como es Barcelona.
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