Primer plano de Toni Castellà con gafas de pasta negras hablando con un micrófono delante
POLÍTICA

El intento a la desesperada del Consell de la República de Puigdemont por resurgir

Después de desoír a las bases y bendecir los acuerdos con el PSOE, el Consell de la República llamada a la unilateralidad


Después de avalar la investidura de Sánchez, el Consell de la República llama ahora a la “confrontación” y a la “vía unilateral”. O esto es lo que ha dicho el portavoz de la entidad, Toni Castellà. A falta de continuidad en el orden práctico, estas declaraciones parecen destinadas a salvaguardar la apariencia de independentismo de Junts.

La impredecible lógica del Consell

El Consell de la República fue una suerte de gobierno paralelo y espiritual hecho a imagen y semejanza del expresidente Puigdemont. Hasta que la fortuna le puso en la mano una de las llaves de la investidura, esta institución amplificaba la política del “no” de Junts. No a pactar con los partidos españoles, no a facilitar la gobernabilidad de España.

Era una caja fuerte de las esencias que servía para atizar a ERC y a su política de entenderse con la izquierda española. Pero una vez que Puigdemont hubo de cambiar de discurso, también tuvo que cambiar la función del Consell. Más concretamente, tuvo que no hacerle caso: una auto-aplicación de la política del no.

Puigdemont sometió a votación de las bases los acuerdos con Sánchez y con un 4% de participación el 74,1% votó en contra de los pactos. Pero el resultado era demasiado inconveniente como para hacerlo vinculante. El “gobierno” del Consell avaló los acuerdos y Puigdemont se dio luz verde a sí mismo.

Una llamada (otra) a la unidad independentista

Esto fue recibido con críticas por parte del independentismo unilateral. Aunque ahora, con los acuerdos ya en marcha y con Sánchez en Moncloa, el Consell afirma la unilateralidad. En el homenaje de ayer a Macià, el portavoz de la entidad dijo que la única vía es la confrontación y la unilateralidad.

En virtud de los hechos, estas declaraciones se pueden entender como eso, como declaraciones. Más concretamente, en clave electoral: hacer pasar la maniobra de Puigdemont como una estrategia que refuerza el independentismo. En este sentido, el portavoz habló de que ahora hay “resquicios de oportunidad” para avanzar.

Dejando de lado el beneficio de la duda, la nueva postura del Consell parece otra manifestación de la actitud procesista. Esto es, unilateralidad y pactos, confrontación y diálogo y que el objetivo independentista sigue intacto. Finalmente, el Consell ha llamado a “rehacer la unidad” en una cumbre independentista el próximo enero. A menos que tengan un interés común, caben sospechas sobre la posibilidad de la unidad entre ERC y Junts con unas autonómicas a la vista.

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