Hombre de traje con expresión seria frente a una urna de votación donde una persona deposita una papeleta
POLÍTICA

Pedro Sánchez roza el desastre en las encuestas

Algunos sondeos sitúan al PSOE por debajo de los cien diputados

Las últimas elecciones marcaron los 120 diputados como la línea de resistencia del PSOE. Escaño arriba o abajo, los socialistas marcaron este número como clave para mantener vivas las esperanzas de frenar a la derecha y la ultraderecha. Las primeras encuestas tras la revelación del informe de la UCO sobre Santos Cerdán arrojan un panorama incierto y desolador para Pedro Sánchez.

Los socialistas no solo no logran mantenerse en la frontera de los 120, sino que podrían caer incluso por debajo de los cien. El peor resultado del PSOE en unas generales fue en 2016, cuando Pedro Sánchez obtuvo 5,4 millones de votos y 85 diputados. 

Una encuesta de NC Report para La Razón sitúa al PSOE con 105/107 escaños. Un resultado parecido a los 108/110 que les daba este fin de semana el sondeo de Target Point para El Debate. La estimación más catastrofista la ofrecía la encuesta de Electomanía, que este domingo preveía 98 escaños para los socialistas.

Los nefastos pronósticos para el PSOE, sumado a la debacle de sus socios, especialmente Sumar, dejan a la izquierda por los suelos. Estaríamos ante los peores resultados de la historia para la izquierda y los nacionalistas. Las estimaciones muestran un claro cambio de ciclo políticO.

El hundimiento de la izquierda contrasta con el subidón de PP y Vox. Los de Feijóo se mueven entre los 150 y los 160 escaños, mientras que los de Abascal estarían en disposición de romper la barrera de los 50. Estos resultados desaconsejan a Pedro Sánchez convocar elecciones, y le reafirman en su estrategia de resistir hasta 2027.

Fin de ciclo para el PSOE

Quien más se acercó fue José Luis Rodríguez Zapatero, que en 2004 obtuvo 164 diputados, y en 2008 logró 169. Aquello precedió al ciclo negativo que llevó a Alfredo Pérez Rubalcaba a los peores resultados de la historia del PSOE, con 110 escaños. Pedro Sánchez consiguió empeorarlo, con los 91 escaños logrados en 2015.

Hay que decir que las elecciones de 2015 fueron las primeras condicionadas por la ruptura del bipartidismo, con la irrupción de partidos como Podemos y Ciudadanos. En las de 2016, el subidón de Pablo Iglesias dejó a los socialistas con un histórico resultado de 85 diputados.

El propio Pedro Sánchez inició entonces una remontada que le llevó hasta los 123 de abril de 2019. Un resultado que Sánchez consiguió conservar en las próximas elecciones, con 120 en noviembre de 2019 y 121 en 2023. La caída por debajo de los 100, como muestran los sondeos, indica claramente un fin de ciclo del sanchismo.

De elecciones, ni hablar

Sánchez barajó tras la crisis de Santos Cerdán la posibilidad de adelantar las elecciones. Por un lado estaba el precedente de 2023, cuando adelantó las generales tras la debacle de las autonómicas y municipales, y le salió bien. Por otro lado está la presión de los barones, que le piden un adelanto electoral para evitar que las generales coincidan con las autonómicas y municipales en 2027.

Pero en los últimos días ha cambiado de opinión y ha dejado claro a su entorno que de elecciones ni hablar. Pese a su complicada posición, el líder del PSOE sabe que los críticos no tienen suficiente fuerza para rebelarse. Pero sobre todo, las encuestas que están llegando a Ferraz desaconsejan ir a las urnas ahora mismo.

Sánchez sabe que unas elecciones en esta situación conducirían al PSOE al desastre y le obligarían a dimitir como secretario general. Esta crisis no va de la continuidad o no del Gobierno, sino de la lucha interna en el PSOE. Y ahora mismo en la cabeza de Sánchez solo está resistir.

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