El PSOE da por hecha la investidura

En el PSOE dan por hecho que habrá acuerdo con Junts y los de Puigdemont facilitarán la investidura de Pedro Sánchez. Esta semana era clave para la negociación, y hay síntomas de un ablandamiento de los postconvergente. En Ferraz ven con optimismo el cambio observado en las últimas horas.

Los países de la UE aplazaron ayer la votación sobre la oficialidad del catalán. Pero tanto PSOE como Junts valoran positivamente la sesión, ya que la propuesta formulada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tuvo una buena recepción. 

Horas después se aprobó la oficialidad del catalán en el Congreso, algo que los diputados independentistas calificaron de “día histórico”. Carles Puigdemont reconoció públicamente los esfuerzos del PSOE para el cumplimiento de sus compromisos. Es la primera vez que esto ocurre, y supone un cambio significativo.

Guiño de Puigdemont y Nogueras al PSOE

Hasta ahora, todos los mensajes de Carles Puigdemont iban en el camino de subrayar su intransigencia y la desconfianza hacia el PSOE. Por eso en Ferraz ven sus declaraciones de ayer como un avance importante. “Es cierto que nunca habíamos llegado tan lejos, y se lo quiero agradecer”, ha dicho el expresident.

En la misma línea, la número uno de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, reiteró el “reconocimiento” a la labor del ministro Albares. Parece una consigna de Waterloo. En el partido de Puigdemont se ha impuesto el pragmatismo y todo apunta que habrá acuerdo.

Por otro lado, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, dio por hecha la investidura con una ley de amnistía. En el PSOE se niegan de momento a confirmarlo, pero reconocen que las conversaciones progresan adecuadamente. Pedro Sánchez dice que no habrá nuevas elecciones y que explicará la amnistía en su debate de investidura.

Objetivo, controlar el relato

Una vez encarrilada la investidura, los socialistas se marcan como objetivo adueñarse del relato. Por ahora mantienen la consigna de no hablar de la amnistía, y será el propio Pedro Sánchez quien explique a los españoles la futura ley “de alivio penal”. El Gobierno se prepara para vender el acuerdo con Junts como “histórico”.

En Ferraz hay otro motivo de alegría, y es que ayer se volvió a visualizar la división del bloque de la izquierda. Vox abandonó el pleno del Congreso, pero el PP no solo se quedó sino que su diputado Borja Sémper habló en euskera. Algo que ha causado estupefacción en el partido de Santiago Abascal, e incluso entre los populares.

El motivo de preocupación ahora para los socialistas son las manifestaciones del 24 de septiembre y el 8 de octubre. En el Gobierno creen que serán movilizaciones masivas. De ahí la necesidad de adueñarse del relato para impedir que la derecha consiga en la calle lo que de momento no logra en el Congreso.