El PSC recurre a la mano dura para frenar la delincuencia en un barrio sin ley
El alcalde Félix Larrosa anuncia un contundente despliegue policial para acabar con la inseguridad
El alcalde de Lérida, el socialista Félix Larrosa, ha publicado este martes un significativo mensaje en sus redes sociales. El primer edil de la ciudad ha prometido “ser contundente para luchar contra la inseguridad que sufre el barrio de la Mariola”.
La Mariola es un barrio al oeste de la ciudad de Lérida, separado del núcleo urbano por un paseo y cuya separación no es solamente física sino también psicológica. Ese lugar lleva años estigmatizado como uno de los lugares más peligrosos de la ciudad.
Un pozo delincuencia e incivismo que hace que muchos leridanos no quieran acercarse allí, especialmente cuando oscurece. A estos problemas se suma la acumulación de decenas de temporeros que llegan a Lleida y acaban durmiendo en las calles.
El alcalde promete más mano dura
La inseguridad creciente se ha disparado últimamente con varios sucesos como el apuñalamiento de un hombre el pasado fin de semana. El alcalde en persona ha visitado esta mañana el barrio, y ha prometido la apertura de un centro permanente de la Guardia Urbana en el local social de La Mariola. Además, ha pedido la colaboración de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad, especialmente de los Mossos, “para luchar contra la inseguridad”.
El alcalde socialista ha avanzado su intención de impulsar “un despliegue policial contundente” para frenar la delincuencia, y pedirá información a la fiscalía sobre el control de menores tutelados. Larrosa ha lamentado la puesto en libertad de seis detenidos por robos en la zona, pese a que fueron pillados infraganti.
El PSC reconoce así un problema de inseguridad en la ciudad, donde este fin de semana hubo tres apuñalamientos en un solo día. Señala también los problemas que acentúan la sensación de inseguridad de los vecinos, y apuesta por la mano dura para frenar la delincuencia de forma contundente. “En situaciones excepcionales, medidas excepcionales”, ha dicho a modo de advertencia, “la seguridad es un derecho y lo tenemos que preservar”.
Lérida, como Osona y el Maresme
Cada vez son más los alcaldes catalanes que, con independencia de sus siglas políticas, reconocen el problema de la seguridad y optan por medidas contundentes. Por ejemplo, los alcaldes de la comarca de Osona han elevado una petición al Consejo Comarcal para hacer frente a los okupas. Lérida y Osona siguen así el camino de otras zonas de Cataluña como Badalona o el Maresme, que han desplegado eficaces sistemas de lucha contra la delincuencia y la okupación.
En Badalona, su alcalde Xavier García Albiol fue el primero en crear una oficina antiokupación para proteger a los propietaros frente a los delincuentes y dotar a la policía de más seguridad. En el año escaso que lleva como alcalde, ha implementado ya dos protocolos para agilizar los desalojos. Pese a que durante años fue vilipendiado y tildado de "racista", muchos municipios siguen ahora su ejemplo.
El Maresme concentra buena parte de los principales problemas de la inseguridad en Cataluña, en especial la okupación y la multirreincidencia. Muchos de sus alcaldes fueron los primeros en alzar la voz pidiendo la reforma del código penal para castigos más duros y la deportación de los extranjeros delincuentes. El Consejo Comarcal del Maresme ha sido también pionero en la creación de una bolsa de vigilantes locales.p
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